Introducción
Una de las figuras más representativas del gobierno terrenal es la figura del rey quien representa un reino, el término “rey y reino” hablan de un estado monárquico, “Malkuth (hebreo) y Basilea (griego)” donde la autoridad máxima es un rey quien representa dicho reino, tiene su propia constitución y leyes por medio de los cuales gobierna sobre un territorio y sus ciudadanos.
Uno de los reinos más representativos en la actualidad es el reino de Inglaterra o los Países Bajos, pero también es usada de forma ilustrativa para hablar o calificar a individuos respecto a lo que hacen como el caso de Michael Jackson (rey del pop) o Tina Turner (la reina del rock).
Ahora, el concepto de reino nació en el corazón del hombre pues su creador lo depositó en su corazón para cumplir un propósito, ser el representante del reino de Dios en la tierra como administrador o mayordomo de lo creado.
Durante su ministerio terrenal Jesús habló mucho acerca del Reino de Dios como un tema importante en sus enseñanzas al punto que necesitó las parábolas como una manera de ilustrar la naturaleza, sus diversas facetas y su avance misterioso en la tierra.
¿Cómo puede hacer visible el reino de Dios?
Para Jesús las parábolas eran una forma efectiva de proyectar una visión adecuada del Reino de Dios desde su inauguración hasta su consumación como algo real, lo cual difería de lo que realmente Dios anunció y lo que ellos esperaban.
Decía, además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. Marcos 4:26-29
Las parábolas permitían a Jesús mostrar las realidades espirituales del reino y su manifestación en la tierra: “Así es el reino de Dios” y “la semilla brota y crece sin que él sepa cómo” además dio nuevo entendimiento a términos como “el sembrador, la semilla y el terreno” como elementos esenciales de sus enseñanzas para ilustrarlas.
Las parábolas permitieron a Jesús enseñar acerca del Reino de Dios y su verdadero significado para que se cumpliese lo dicho por el profeta cuando dijo “hablaré en parábolas anunciaré cosas que están ocultas desde la creación del mundo”; sin embargo, Jesús hace una pregunta.
“¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?” Marcos 4:30
¿Ahora, existe algo en la tierra semejante al Reino de Dios? y la respuesta a esta pregunta el mismo Jesús la da; es como “el grano de mostaza” y ¿cómo es un grano de mostaza?
“…es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra. Marcos 4:31-32
¿Ahora cuál es el punto de comparación entre la semilla de mostaza y El reino?
Es la “simplicidad y la grandeza” del reino de Dios en contraste con el “tamaño” que alcanza de la semilla de mostaza una vez sembrada, crece y llega a ser la mayor de las hortalizas, ahora Pablo enseña sobre ese principio: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”. 1° Corintios 3:6
Jesús no solo utiliza la parábola de la semilla de mostaza para ampliar las enseñanzas de otras parábolas como la del “sembrador, la cizaña y el trigo”, sino que añade la parábola de “la levadura”, pues en su conjunto las parábolas revelan verdades espirituales y misterios del Reino de Dios.
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