Cuando los hijos Ministran la Gloria

Cuando los hijos son llamados a ministrar una gloria mayor.

Soplan los vientos de avivamiento para nuestra nación y para mundo

Estos son tiempos donde Dios hará cosas poderosas, derramando su Santo Espíritu sobre toda carne.

Venezuela un País Grande para manifestar la Gloria de Dios

Nuestro país es la única nación con una poderosa palabra “Tierra de Gracia”: Cristóbal Colon.

Adoración y Danza llenaran la Casa de Dios a través de los Jóvenes

Dios está capacitando una generación para avivar el fuego del Espíritu Santo en la Iglesia.

Estableciendo los Cimientos Apostólicos desde el Hogar

Dios estableció que su Palabra debía ser enseñada desde la niñez y nos acompañaría toda la vida.

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viernes, 25 de agosto de 2023

Ni lluvia ni rocío por mi palabra

Versículo: 1° Reyes 17:1

Introducción.


La Biblia contiene secretos codificados en figuras y simbolismos mediante los cuales Dios ha provisto revelación de muchas cosas que interactúan en la vida del ser humano y esto lo enseña el apóstol Pablo cuando escribió que “las cosas que no se ven son más importantes que Las que se ven” porque su manifestación en lo natural son el reflejo de lo espiritual. 2° Corintios 4:18

Ahora algunos enseñan que existen verdades paralelas que permiten ver más allá de las cosas naturales y son utilizadas como analogía tanto en el sentido literal como figurado para revelar la condición espiritual del pueblo de Dios o una nación lo cual trae la bendición y prosperidad espiritual.

La Biblia enseña que Dios es el buen benefactor de la humanidad y una de las cosas que hace es hacer “llover sobre justos y sobre injustos”, pues el agua es un elemento único en la naturaleza tan necesario para el sustento de la vida y la agricultura y la falta de ésta produce sequía, lo cual se traduce en falta de alimentos, en la Escritura el agua está presente en muchos textos para revelar una verdad espiritual.

El relato bíblico describe como Israel había caído una vez más en la idolatría debido a que Jezabel había levantado un “sistema ocultista e idolátrico” a Baal dirigido por 450 sacerdotes de Baal y 400 de Asera, lo cual les llevó a experimentar un gran oscurantismo espiritual ante lo cual Jehovah trae al profeta Elías.

Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. 1° Reyes 17:1

Elías profetizó no “habrá lluvia y rocío en estos años por mi palabra”, como profeta desafió a Baal proclamando que Jehová tenía el control sobre la naturaleza dando así comienzo a una gran lucha espiritual contra del “paganismo e idolatría” que había llevado a la nación a tal debacle espiritual traer un avivamiento espiritual a la nación.

Elías era un profeta que vivía en la “presencia de Dios” y sus palabras provocaron una gran “sequía” que contrastaba con la ceguera espiritual que sufría la nación como consecuencia de su extravío y adoración a dioses ajenos que les llevó a tener dualidad de corazón y espíritu, que los hacía claudicar.

Existía la creencia que deidades como (Baal) controlaban “la lluvia y el roció” elementos indispensables para su manifestación.

La Biblia enseña “De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan”, esto indica que todo lo que creado cumple un propósito, Israel era considerado el pueblo de Dios y debido a esta situación Elías confrontó directamente el poder de Jezabel quien había perseguido y dado muerte a los profetas y establecido un sistema idolátrico que incluía sacrificios y adoración, a Baal. 

Ahora, en contraste con este escenario sequía, Elías recibe la orden de esconderse en Querib donde no solo sería alimentado sobrenaturalmente (por cuervos) sino que tendría provisión de agua hasta que el arroyo se secó y fue enviado a la viuda de Sarepta de Sidón para que lo alimentarse hasta que fuera el tiempo y muchos días después vino La palabra de Dios en el tercer año.

“Ve, muéstrate a Acab, y yo haré llover sobre la faz de la tierra”. 1° Reyes 18:1-2

Israel era un país agrícola y ganadero y dependía de las lluvias para su subsistencia y había sufrido la carencia de lluvias por más de tres años y está “sequía natural” es sinónimo de una “sequía espiritual” que sufría el pueblo debido a su extravío, las palabras del profeta no solo transtornaron el ámbito natural, sino que, sino que evidenció la condición espiritual de la nación.

El texto bíblico enseña que pasado el tiempo Elías recibe las instrucciones de Dios:

Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel,  ..”

1° Reyes 18:19-20

La Biblia enseña que “todo tiene su hora bajo el cielo” y vemos que durante tres años la lluvia no cayó sobre la tierra y, ahora Elías en lo alto del Carmelo debía confrontar al pueblo y a los sacerdotes pues allí estuvo un altar dedicado a la adoración de Jehová, pero estaba “arruinado” años sin ser utilizado, repleto de basura y reliquias, no había adoración a Dios, el fuego se había apagado.

Ahora, Elías confronta al pueblo: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él”. La palabra “claudicar” viene de “vacilar” en hebreo “pasákj” raíz primaria; brincar, (figurativamente) saltar encima (o librar); por impl. vacilar; también (literalmente) “cojera, danzar: - andar, claudicar, pasar, quedar cojo, saltar”.

Elías era el único representante de Dios y Baal contaba con 450 sacerdotes más 400 de Asera lo cual teóricamente era una desventaja sin embargo ordenó que le fueran dados dos bueyes que debían ser cortados en pedazos y colocados sobre la leña, pero añadió un detalle, el dios que hiciera descender “fuego del cielo” y encendiera la leña esta sería el “dios verdadero” y esto agradó al pueblo que respondió. “Bien dicho”.

 

Elías estaba confiado en el poder de Dios.

Las palabras del profeta marcaban la diferencia respecto a las expectativas de estos sacerdotes paganos quienes pasadas muchas horas saltaron y clamaron pero no había “voz ni quien respondiera”.

Elías se burlaba de ellos diciendo “tal vez duerme, y hay que despertarle” hasta que pasado el mediodía “no hubo ninguna voz, ni quien respondiese ni escuchase” ante lo cual Elías procedió a ordenar el altar que estaba desarreglado.

Edificó con las piedras un altar en el nombre de Jehová; después hizo una zanja alrededor del altar, en que cupieran dos medidas de grano.  Preparó luego la leña, y cortó el buey en pedazos, y lo puso sobre la leña. Y dijo: Llenad cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera vez; y lo hicieron la tercera vez, de manera que el agua corría alrededor del altar, y también se había llenado de agua la zanja. 1° Reyes 18:32-35

“La leña y el fuego” eran elementos esenciales en el altar de sacrificio, pero “el agua” era un elemento natural para contrarrestar la acción del fuego, ¿Ahora, porque era tan importante el agua?, en aquel momento era el elemento que más escaseaba y fue lo que Elías pidió, ¿de dónde se proveyó Elías de tan preciado líquido?

Recordemos que Elías era un profeta y la unción sobrenatural sobre su vida fue evidente en los días que estuvo con la viuda donde la harina y el aceite no escasearon; todo estuvo listo, Elías arregló el altar y activo un escenario profético para lo cual ordenó echar agua abundantemente, 4 cantaros (3) tres veces, hasta que la zanja se hubiese llenado lo que añadió un elemento que determinaría contundentemente quien era el Dios verdadero.

El fuego vendría del cielo y el agua era un elemento natural necesario para la manifestación del Dios verdadero, fue provisto sobrenaturalmente.

Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas.  Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos. 1° Reyes 18:36-37

Elías no solo era un profeta verdadero sino un reformador, espiritual de Israel, “oro a Dios” y espero la respuesta, reconoció que todo lo que había hecho era por mandato suyo y clamo para que hiciera volver el corazón del pueblo hacia Él, ahora existía una diferencia entre estos dos altares, el agua derramada sobre el holocausto y que llegaba hasta la zanja.

“Ahora Elías clamó y Dios respondió!

 

Y el fuego consumió el agua del altar y lamió el agua

El fuego siempre estuvo presente como una manifestación de la aceptación de los sacrificios y holocaustos pero el agua fue un elemento refrescante en medio de aquel ambiente tan seco lo cual era la nota especial que daba Dios a este glorioso momento, recordemos que durante tres años y medio no había llovido y ahora podríamos visualizar cómo se da comienzo al desatar de las lluvias desde el altar, en lo alto del Carmelo, que culmina con la nube en forma de mano que verá el siervo del profeta.

Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.  Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 1°Reyes 18:36-37

Que escena más poderosa, el fuego “lamio el agua” y “La gloria de Dios” se manifestó, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, respondió encendiendo nuevamente el altar restaurado con el fuego Santo de Su presencia, dando inicio a un nuevo tiempo para la nación, ahora el pueblo eufórico reconoció, ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 

 

El fuego era la manifestación ante el pueblo

 

Y entraron Moisés y Aarón en el tabernáculo de reunión, y salieron y bendijeron al pueblo; y la gloria de Jehová se apareció a todo el pueblo.  Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto con las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y se postraron sobre sus rostros. Levítico 9:23-24

Ahora los de Baal no tenían un dios en el cielo que contestara con fuego, pues a diferencia del fuego para el sacrificio provisto por sacerdote que consumía el holocausto, grosuras sobre el altar en el Tabernáculo, ahora el holocausto estaba sobre la leña del altar arreglado por el profeta y de pronto ¡el fuego cayó del cielo!, la cumbre del Carmelo fue trasformada por un gran altar en llamas y lo más extraordinario, el fuego “lamió el agua” que estaba en la zanja algo jamás visto.

Jehová había exigido que el fuego del altar debía estar permanentemente encendido y no debía apagarse, debía ser continuo y constante y ahora el contexto bíblico nos enseña que toda esta manifestación tenía un propósito, Dios buscaba “glorificarse a Sí mismo entre el pueblo” que se postró y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! 

Vemos que posteriormente la narración bíblica muestra la decisión del profeta de ejecutar a los sacerdotes del culto a Baal y ordena a su siervo a subir en siete oportunidades a lo alto del monte hasta ver la manifestación de la lluvia en forma de una nube parecida a una mano y entonces:

“...él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende,

para que la lluvia no te ataje”. 1° Reyes 18:44c


¡Que la lluvia no te ataje

Vemos que la oración de Elías fue capaz de ¡cerrar los cielos! y cómo la oración de Elías fue capaz de ¡abrirlos otra vez!, Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye: el profeta estaba anunciando que la adoración oficial de Baal había sido derrotada por lo cual el propósito de la sequía se había cumplido.

Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel.  Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel”. 1° Reyes 18:44-46

La lluvia estaba en camino; Elías oraría y Acab comería y vino la orden; “Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje”, vemos que la mano de jehová estaba sobre Elías el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab.

Ahora cuántas naciones están bajo el poder del oscurantismo espiritual donde sus líderes han doblado sus rodillas ante Baal y han provocado “sequía espiritual” pues han abandonado el altar dedicado al Dios vivo y ha quedado arruinado por el desuso contraviniendo el deseo del Señor “el fuego del altar debe arder continuamente”.

El llamado es volver al altar y edificarlo, arreglarlo y colocar en él holocausto y Dios levantará profetas para que ordenen abrir la zanja profunda alrededor y vaciar las medidas de agua de los cantaros hasta tres veces, muchas cosas han pasado durante estos “tres años y medio” pero la orden es, arreglar el atar que ha estado descuidado, la voz profética anuncia que la lluvia será restaurada en nuestra nación, iglesias y nuestras vidas.

El deseo del Dios vivo es que su pueblo vuelva su rostro a Él, es necesario devolver la vida a nuestros altares para que el fuego nunca se apague, hay cosas que deben ser “desactivadas” y otras “activadas” por la voz del profeta y esto viene representado por la lluvia, todo lo que ha estado seco por los últimos tres años y medio debe ser restaurado a su temporada natural.

 

Es tiempo de lluvias

El profeta declara, se oye la lluvia, sube al monte y ve, prepárate para correr que la lluvia no te ataje, terminó la sequía y es “tiempo de reverdecer”, la voz profética producirá la lluvia abundante en nuestras vidas: La biblia enseña que nuestro Dios hace cosas extraordinarias.

A su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.

Jeremías 10:13

El profeta puede cambiar nuestra estación y hacer que la lluvia caiga otra vez, la orden es subir 7 veces al monte y el milagro tomará forma de nube como la mano de un hombre, los que entienden esto no dejan pasar al profeta; Llegó el cambio de estación, de la sequía a la lluvia, tiempo de restitución, Dios utiliza a los profetas para revelar sus propósitos en las vidas de los ministerios, Amén.

 











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Pide lluvia en tiempo de lluvia

Versículos: 1° Reyes 17:1; 1° Reyes 18

 Introducción. 

 En el Salmo 19:1 leemos lo siguiente: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos”, Dios estableció principios de gobierno y autoridad como El creador y el instrumento para cumplir Su propósito eterno es el hombre y esto es evidenciado cuando La Biblia enseña que todo lo que esta está por hacer  lo “revela” primeramente a sus santos los profetas cuyas palabras tienen poder, autoridad y gran peso espiritual para revelar y traer entendimiento de Su propósito.

 

Lo importante de la declaración profética no es lo que el profeta dice, sino lo que Dios hará y el impacto espiritual se evidenciará en la dimensión natural, algunos enseñan que existen verdades paralelas, lo cual permitiría establecer un paralelismo entre la “sequía natural” como el reflejo de la “sequía espiritual”, sinónimo de descuido espiritual del pueblo de Dios.

 

La unción profética desenmascara la acción de los espíritus que buscan atacar al pueblo de Dios, y el apóstol Pablo revela esta realidad espiritual: “pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”, recalcando la importancia de lo espiritual respecto a lo natural, lo eterno contra lo perecedero lo cual permite descubrir la realidad espiritual del pueblo de Dios.


Es imprescindible un ministerio profético maduro y confiable, el cual traerá a la luz la acción de las tinieblas como es el caso del profeta Elías:


“... Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no

habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.” 1° Reyes 17:1

 

Bíblicamente los profetas han sido hombres del Espíritu y han estado presentes a lo largo de la historia y han sido el brazo ejecutor de los juicios Divinos contra el reino de las tinieblas, la unción y autoridad de Elías sacudirían los cimientos de Israel y traería destrucción al reino de Acab y Jezabel quienes habían hecho sucumbir al pueblo de Dios en la idolatría y adoración a falsos dioses, permitiendo que el culto a Baal desplazara al culto del Señor siendo necesario traer un despertar espiritual.

 

Los profetas pueden ver lo que otros no ven y descubrir lo que está en lo oculto y la palabra profética ha sido determinante para anunciar los juicios divinos, pero también como advertencia y corrección.   

 

Uno de estos profetas fue Elías quien tenía una característica, vivía en la “Presencia de Dios”, sus palabras tenían gran peso espiritual siendo levantado en uno de los momentos de gran sequía espiritual de Israel.


Israel padecía la nefasta influencia de Jezabel quien a través de “hechizos” y/o “vendas mágicas” llegó a “cegar o manipular” al pueblo de Dios al punto de ser espiritualmente incapaces de “diferenciar” entre Dios y Baal, Elías anuncia que “ni lluvia ni el Rocío” caería sobre la tierra de Israel en los próximos tres años y medio lo cual provocaría una sequía de proporciones épicas que destruiría los campos y secaría las fuentes de agua provocando hambre sobre la nación.  

 

Así como en los días de Elías el mundo experimenta hoy uno de los momentos más importantes de la historia cuando a través de legislaciones, estrategias e ideologías muy elaboradas buscan sacar a Dios del corazón del ser humano trayendo nefastas consecuencias para las naciones del mundo.

 

“ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos”. Amén. Romanos 1:25

 

El corazón del hombre es el centro de su vida espiritual pues tiene la capacidad de escoger a quien adorar y servir y esto lo podemos ver cuando Elías confrontó al reino de las tinieblas representado por Acab y Jezabel, y cómo destruyó el culto a Baal y Asera en lo alto del monte Carmelo cuando exhorta al pueblo.


“¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos?” 1° Reyes 18:21


Vemos como una nación entera fue víctima de la acción política y espiritual de la reina Jezabel quien perseguía a los profetas y los mataba e inducia al pueblo a la idolatría y adoración a Baal y uno de los más grandes problemas era que el altar estaba “arruinado” y Elías debía “arreglarlo” para que el holocausto fuera aceptado.

 

“…Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.  Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios! .1° Reyes 18:37-39

 

El fuego encendió el altar nuevamente trayendo un despertar espiritual y devolviendo la adoración y restaurando la adoración del Dios vivo, las vendas mágicas y los hechizos de Jezabel fueron destruidos lo cual culminó cuando el pueblo reconoció que Jehová era el Dios verdadero y no Baal, entonces Elías da término a todos los eventos en el Carmelo con la aprehensión y exterminio de todos los sacerdotes de Baal y debe preparase para la restitución de la lluvia.

 

“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.  Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto”. Santiago 5:17-18



Los cielos cerrados hablan que nuestras oraciones no trascienden al cielo, y en contraposición los cielos abiertos hablan de bendición, la revelación y dirección profética no sólo edifica, conforta sino que direcciona, y Elías “Oró fervientemente” y a la séptima vez su criado pudo ver una “pequeña nube” que subía del mar, se iniciaba una nueva temporada, y así como la oración de Elías fue capaz de cerrar la fuente de los cielos su intercesión los abrió otra vez, la lluvia había llegado.

 

La unción profética saca a la luz las maquinaciones del enemigo, cura la infertilidad resucita lo que está muerto, activa el llamado y permite que los cielos “intervenidos” sean abiertos, Elías dijo algo importante; que la lluvia “no te ataje”, la realidad espiritual del mundo es que “cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador” lo cual trae muerte espiritual.   


Las declaraciones de los profetas son la expresión del Espíritu Santo y hacen diferencia entre sus palabras y las del hombre pues nos revelan lo profundo de Dios.

 

Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu

todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 1° Corintios 2:10

 

La falta de revelación puede ser nuestro enemigo pues no podremos discernir adecuadamente las estrategias del enemigo, la palabra “profundo” en griego significa “misterio” y habla de los propósitos secretos de Dios revelados por el “Espíritu” lo cual permitirá avanzar y alcanzar los objetivos, pues la iglesia debe ser la voz profética de Dios cómo fueron los profetas en el Antiguo Testamento y los apóstoles y discípulos en la iglesia primitiva, es tiempo de escuchar la voz profética.

 

Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os

dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno. Zacarías 10:1

 

¿Pedir lluvia en tiempo de lluvia?

¡Es tiempo de ponernos en la brecha!  La voz profética dice: ¿Pedir lluvia en tiempo de lluvia?, el mundo experimenta una estación de lluvias inéditas, proféticamente pareciera que estamos en la estación de la lluvia tardía y así como en los días de Elías el altar debe ser restaurado para que el fuego descienda sobre el sacrificio y se consumido y dé origen al avivamiento más esperado.  

 

“Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la

tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite”. Deuteronomio 11:14


La palabra profética es clara, fuerte y poderosa para direccionarnos, para cumplir el propósito de Dios, es tiempo de retomar la Visión apostólica de naciones y orar para que los cielos se abran y descienda la lluvia tardía y que todo fruto retenido sea desatado, que el evangelismo vuelva a ser la prioridad de la iglesia y el derramamiento del Espíritu Santo manifestado poderosamente como fue en Pentecostés.  

Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Hechos 2:17-18

 

Cuántos como Elías traerán un aceleramiento de los tiempos y un desatar de la lluvia en la estación tardía para la manifestación de la generación del vino nuevo, llenos del espíritu profético que levantarán sus voces para anunciar la mayor manifestación del Espíritu Santo después de Pentecostés.


La Biblia dice que cuando no hay profecía el pueblo se desenfrena, la palabra profética es como un timón capaz de dirigir a la iglesia conforme a La voluntad de Dios, es tiempo que “los ciclos de las lluvias” sean restaurados pues al igual que en la antigüedad eran necesarios para la germinación y crecimiento de la semilla (lluvia temprana) y luego era necesario que el fruto “madurara” completamente y entonces la “lluvia tardía” preparaba el terreno para la cosecha.


Estamos ante la temporada de restauración más impactante de la historia de la iglesia, la lluvia tardía sea derramada en nuestra nación, ministerios o familias para establecer los propósitos de Dios, la poderosa unción del espíritu de Elías está por ser manifestada como el eslabón que permitirá que los corazones de los padres y los hijos sean tornados.


¿Pedir lluvia en tiempo de lluvia? 


Dios es fiel para cumplir sus promesas, el clamor de muchas generaciones es oído y está presente hoy, muchos sembraron, pero no vieron el fruto en su tiempo, pero hay promesas que verán cumplimento.


Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas. Salmo 126: 5-6

 

Los tiempos proféticos traerán la manifestación más poderosa del Espíritu Santo que será derramado como la lluvia “tardía” para madurar el fruto y prepararnos para la cosecha y esto traerá alegría y gozo de experimentar una nueva visitación de Dios.  

 

Somos testigos de una lluvia atípica en muchas partes del mundo, esto indica que estamos ante la estación que hemos esperado para volver a ver las manifestaciones de aquello que “ojo no vio ni oído oyó” ni han subido a corazón de hombre, el tiempo donde se escucha la proclama profética y todo aquello que ha sido declarado sobre nuestras vidas verá cumplimiento.

 

Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Joel 2 23

 

Es tiempo de retomar la visión del padre de la casa apostólica Unción de libertad pues como perito arquitecto edifica y construya sobre bases sólidas una iglesia Cristocéntrica, la enseñanza de los principios apostólicos del reino de Dios para que la nueva generación alcance madurez espiritual y muchos bajen a las aguas y sean discipulados para ser enviados.


Estamos ante uno de los momentos más importantes de la historia, está por caer la lluvia tardía, traerá la más grande manifestación del Espíritu después de Pentecostés conforme a lo dicho por Joel, mientras el mundo es sacudido por la mano de Dios veremos a miles de jóvenes profetizar Sus maravillas, anunciando al deseado de las naciones, un glorioso momento nos espera, Maranatha Amén.

 










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