Título del tema. Hay que sacar a
los cambistas del templo
Texto bíblico. Juan 2:13-17
Introducción.
Históricamente la religión y el dinero buscan
conquistar el corazón del hombre y esclavizarlo como expresión de un sistema
corrupto, que busca apartar al hombre de Dios, de hecho, en la sociedad moderna
el (FMI) o el Foro Económico Mundial (FEM) entre otros se erigen como un
gigante que busca controlar la economía del mundo.
Genesis 6:5 muestra como en
los albores de la humanidad la corrupción y la maldad se habían extendido sobre
la tierra haciendo que todo “designio de los pensamientos
del corazón de ellos era de continuo solamente el mal”.
De hecho, Jeremías 17:9-10 advierte,
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá?” lo cual, evidencia que las consecuencias del pecado han
penetrado profundamente el corazón del ser humano y donde la codicia y la
avaricia representan (anti valores) contrarios a La palabra de
Dios.
Actualmente existe gran diversidad de mercados
como diamantes, petróleo, cripto monedas, oro y otros valores, que junto al globalismo
conciben promover estrategias que permitan obtener mayores ganancias, a
expensas de aquellos incautos que son timados en su buena fe, de hecho, Wall Street
es per se la institución que marca la tendencia en la economía mundial donde
todo se pone a la venta y todo tiene un valor relativo.
Ahora esta introducción permite
considerar que aún en los días de Jesús el comercio ilegal en el templo fue el
detonante que lo llevaron a sacudir las estructuras religiosas de su tiempo,
que usaban el contexto del templo para hacer comercio y obtener ganancias y el
evangelio de Juan presenta esta situación.
Estaba cerca la pascua de
los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que
vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo
un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes;
y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los
que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre
casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito:
El celo de tu casa me consume. Juan 2:13-17
Para Jesús todo lo relativo a la Pascua
y el templo representaban la cultura de su nación y el escenario perfecto donde
el pueblo debía expresar su fe. Sin embargo, encontró un vulgar mercado
dirigido por cambistas a quienes exhorto duramente diciendo: “estaba
escrito”, el “celo por tu casa me consumirá”.
Jesús denunció públicamente su
desaprobación a estas prácticas haciendo referencia a dos citas del Antiguo
Testamento, una en Marcos 11:17, el cual refiere a Isaías 56:7 “Porque mi
casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” y luego Juan
2:17 cita a Salmos 69:9 “Porque me consumió el celo de tu casa”.
De hecho, Marcos 11:17 advierte que los
discípulos se acordaron que “estaba escrito”; el “celo
por tu casa me consumirá”, ahora para muchos que el templo estuviese
convertido en un mercado era algo normal, sin embargo, para Jesús era
inaceptable y los evangelios de Mateo 21:13; Marcos 11:17; Lucas 19:46 y Juan
2:13-17 refieren detalles claves para entender
su acción.
El evangelio de Juan 2:14 describe que Jesús
“halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas allí sentados”.
Ahora, aunque La ley judía requería que
judíos y visitantes debían pagar el impuesto en el templo en Dracma, no era aceptada ya
que la moneda romana era Denario. Jesús no solo denunció que el templo era un
mercado, sino que expuso como los cambistas quienes tenían a su cargo examinar,
aprobar o desaprobar a los animales para los sacrificios, obligaban a las
personas a comprar otros animales con sobre precio, lo cual generaba grandes
ganancias a los cambistas y a los sacerdotes.
Mateo refiere
este momento diciendo.
Y entró Jesús en el templo
de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó
las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les
dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; más vosotros la
habéis hecho cueva de ladrones.
Mateo 21:12-13
Jesús denunció a los cambistas
diciendo, “habéis hecho cueva de ladrones” ya que no solo áreas
del templo y el atrio fueran utilizadas como un vulgar mercado, sino que siendo
los días de la pascua mucha gente no debería estar en el Atrio del templo, ya
que éste prefiguraba la misión dedicada a Las Naciones (pueblos) que no
conocían a Dios, es decir, los gentiles.
Jesús dejó claro cuál era la verdadera esencia del templo.
Jesús cita a Isaías 56:7 donde estaba
escrito: “Mi casa, casa de oración será llamada para todos los pueblos” (LBLA)
lo cual, muestra la estrategia que Dios utilizaba para atraer a los gentiles al
templo y allí estos pudieran recibir un mensaje.
Y haciendo un azote de
cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció
las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían
palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de
mercado. Juan 2:15-16
Jesús fue categórico: “no hagáis
de la casa de mi Padre casa de mercado”
Ahora,
el tema del dinero y/o las ganancias deshonestas no es algo privativo a los días de Jesús, ya
que dentro de ese contexto 1° Timoteo 6:10 advierte claramente:
“porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando
algunos,
se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.”
Ahora, las actividades de los cambistas
era una praxis común que no difiere a lo que hoy es una práctica utilizada por
algunas personas para obtener lucro personal, lo cual contradice los principios
bíblicos, porque una cosa son los diezmos, las ofrendas, los pactos y otro tipo
de ofrendas, que históricamente forman parte del contexto de la palabra de
Dios.
Al igual que los cambistas que usaban
el templo como mercado encontramos hoy, que muchos utilizan las instalaciones
de la misma o lo que conocemos como iglesia, asimismo, el pulpito para
comercializar con la palabra de Dios, lo cual es grave pues traen mal
testimonio para los cristianos y para al evangelio de Jesucristo.
Sin embargo, usar la unción o la gracia
de Dios para manipular y obtener beneficio es otra cosa, dado que
escrituralmente la bendición, la prosperidad, la manutención y el sustento de
la obra están claramente definidos en la Biblia.
Las palabras y la exhortación de Jesús
no solo estaban dirigidas a los “cambistas y sacerdotes y al pueblo de su tiempo”
sino que marcan un precedente a los creyentes y la iglesia en general,
el cual es el lugar escogido para escuchar la palabra de Dios, promover el
crecimiento y la edificación del Cuerpo de Cristo, Jesús recordó a Isaías 56:7
donde se establece el uso del templo: “Mí casa, casa de oración será
llamada para todos los pueblos” (LBLA).
Lo hecho por Jesús evidencia el “celo
que tenía por la casa del Señor” lo cual no ha cambiado por tanto
también exhorto a todos diciendo: “Mi casa, casa de oración será llamada
para todos los pueblos” (LBLA).
Ahora Pablo denuncia esta práctica en
su segunda carta a los corintios diciendo
“Pues no
somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que, con sinceridad,
como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo”. 2° Corintios
2:17
Las palabras de Pablo, al igual que
Jesús exponen la praxis de utilizar el evangelio como un medio de lucrarse indebidamente
recordándonos que lo que hemos recibido por gracia debemos darlo por gracia, la
unción y el pulpito no son una plataforma de subastas al mejor postor.
No convirtamos la gracia en un negocio, Jesús
fue muy claro.
“Porque me consumió el celo de
tu casa”
(Salmos 69:9) y lo más importante: “Mi casa, casa de oración será llamada
para todos los pueblos” Isaías 56:7 (LBLA)
Evidentemente que el dinero es un dios
que combate dentro del corazón del hombre y un día Jesús advirtió claramente al
respecto diciendo.
“Ninguno
puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará
al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6:24
Ahora, la interrogante pertinente, ¿qué
diferencia existe entre los cambistas de los días de Jesús a los que tenemos
hoy? Buena pregunta. Jesús ha dispuesto que Su iglesia alcance la madurez y la
estatura espiritual pues viene a buscar una iglesia sin “Mancha ni arruga”.
Entonces, como en los días de su
ministerio terrenal, el Señor se presentará en el templo y tomara el “azote
de cuerdas” y echará fuera a “todos, y las ovejas y los bueyes; y
esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que
vendían palomas” y además se escuchara la advertencia otra vez.
“Quitad de
aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado”. Juan 2:16
Estas actividades pervierten el sentido,
la vocación y el propósito para lo cual, Dios ha llamado a muchos ungiéndoles y
capacitándoles y además con la autoridad para bendecir al pueblo con Su palabra
por eta razón, Pablo en Gálatas 5:9-24 advierte diciendo “Un poco de
levadura leuda toda la masa”.
Esto evidencia una gran realidad pues
muchos creyentes dirán “si el pastor lo hace yo también puedo hacerlo”,
ya que todo lo que se siembra esto también es lo que se cosechará y Jesús advierte
diciendo: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón”. Mateo 6:21
Ahora, tal vez solo ha cambiado la
estructura del templo a un local-iglesia, sin embargo, las prácticas de los
cambistas parece que ha variado el método, pero no la forma. Por tanto, es
necesario orar para que el Señor Jesús venga de improviso al templo y descubra que
Su iglesia ha sido convertida en un mercado.
El propósito de la iglesia es “estar
en el mundo sin ser del mundo” (Juan 15:18-19) sino cumplir un objetivo,
“ser enviada al mundo” (Juan 17:18) Es necesario entender esta
realidad desde el punto doctrinal y espiritual de las escrituras y las palabras
de Jesús. 1° Pedro 5:2 advierte, cual es nuestro trabajo como ministros: “apacentar
la grey de Dios sin buscar ganancia deshonesta”.
Ahora, esta
praxis ha escalado niveles de exageración
Hoy hemos visto como algunas personas
irresponsablemente, a través de las redes sociales están “vendiendo
parcelas en el cielo” y ya Pablo en su tiempo denunciaba estas
prácticas dolosas diciendo.
“Porque
los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos,
que se
disfrazan como apóstoles de Cristo”. 2° Corintios 11:13
Hoy el ministerio de la Palabra está
siendo usado como plataforma, a fin de acreditar conductas que no están avaladas por la
doctrina cristiana, lo cual termina siendo gravoso para los creyentes. de hecho,
en Tito 1:11 condena a quienes buscando ganancia deshonesta trastornan familias
enteras a los cuales es necesario “tapar la boca”.
Hoy en las redes sociales existe un
debate donde muchos detractores del evangelio se han dado a la tarea de
tergiversar los principios de la palabra de Dios, mostrando un claro
desconocimiento de las escrituras para dar contexto a sus falsas enseñanzas y
medias verdades y Pablo advierte diciendo.
¿No sabéis que los que trabajan en las cosas
sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar
participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que
vivan del evangelio. 1° Corintios 9:13-14
Entonces es necesario callar la boca de
estos seudo creyentes que buscan ganar adeptos a su canal de YouTube a expensas
del descredito del sacrifico que en muchas oportunidades sufre los verdaderos ministros,
quienes sus congregaciones no suplen sus necesidades. Lucas 16:10 advierte
claramente acerca de la buena Mayordomía cristiana y ministerial.
El que es
fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el
que es
injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho
Entonces, es importante entender que el
templo o donde nos congregamos no puede llegar a ser un mercado, ahora ¿Qué
piensa usted?
La biblia es
clara.
“Donde
está tu tesoro allí estará también tu corazón” Mateo 6:21