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Discipulando Online.
El llamado es sobrenatural
Introducción
Una de las preguntas más importantes que todo creyente debe hacerse, ¿para que nací? ¿qué debo hacer en la vida? y ¿cómo puedo empatar al mundo? Todo ser humano tiene un potencial que debe ser desarrollado. Job 42:2 indica “Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti”.
El llamado de Dios forma parte del plan perfecto diseñado para cada persona, ya que, quizás, uno de los anhelos más profundos del corazón de todo ser humano es saber el propósito de su existencia. George Whitefield en una oportunidad dijo:
“Somos inmortales hasta que nuestra obra en la tierra concluya”
Algunos podrán preguntarse, ¿puedo negarme si no quiero servir al Señor?, ¿Dios me puede obligar? Primeramente, Jesús dijo “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto” Juan 15:16
Todo propósito no se puede cumplir si está apartado de la voluntad de Dios.
La palabra propósito traducida como “llamado” en el griego original alude acerca de alguien a quien se le ha “hecho participe oficialmente” de algo, o que ha sido “convocado y no puede negarse”. Pablo describe este concepto con mucha claridad.
“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”
2° Timoteo 1:9
Hay dos premisas importantes a la hora de valorar el llamado de Dios, primero El Espíritu habla “claramente” 1° Timoteo 4:1 y segundo, 1° Corintios 14:33 indica que “Dios no es Dios de confusión”, entonces cuando llama El Señor nadie debe resistirse.
Bíblicamente hay muchos de aquellos que obedecieron el llamado sin dudar, ejemplo, Abraham (Hebreos 11:8) quien por la fe obedeció y salió “sin saber a dónde iba”, otro caso es Moisés (Éxodo 4:28) quien contó a Aarón de como Jehová “le enviaba, y todas las señales que le había dado”.
Ahora, usted puede pensar que esto es para gente con cualidades extraordinarias, sin embargo, la realidad es otra pues el llamado es de índole sobrenatural y no importa lo alguien pueda pensar o cuestionar.
El llamado es particular conforme al propósito del Señor para tu vida.
Llamado, propósito y visión (Jeremías 1:4-19)
1) El llamado puede ser universal
El llamado puede ser general como la salvación y/o específico como un ministerio; ejemplo de esto es Jeremías 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”.
2) El propósito es más específico
Este no depende de lo que uno quiera hacer, sino por lo que el Dios busca generar a través de ti: “Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar”. Jeremías 1:10
La visión es un poder transformador
La visión es la esencia de algo inmaterial o trascendente los sentidos, ya que no se limita a la esfera espiritual, sino a diversas áreas de la vida y Jeremías 1:17 dice: “Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos”.
Proverbios 29:18 indica: "Donde no hay visión, el pueblo se desenfrena” lo cual permite asumir que sin “visión no hay propósito”, un día George Müller (1805-1898) dijo algo significativo.
“El dinero realmente no vale más que como se puede usar para lograr la obra del Señor. La vida vale tanto como se gasta para el servicio del Señor”
Tal vez muchos no dan al llamado, el propósito y la visión el justo valor que Dios les da. Sin embargo, cuando él hace el llamado no puedes ignorarlo dado que es específico e imposible no entenderlo.
El llamado de Dios es un acto soberano de Su gracia
Recuerde; “Quien nos salvó” es el mismo que nos hizo un “llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” 2° Timoteo 1:9
Jesús en Mateo10:5-10 señala a sus discípulos que: “ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento”.
¿Ahora cómo descubrimos el propósito de nuestras vidas?
Primeramente, el llamado es
“sobrenatural, personal y específico” Dios no solo escoge, sino que ha
dado un propósito especifico a cada persona. James Hudson Taylor dijo:
“No son los grandes hombres los que transforman el mundo, sino los débiles y pequeños en las manos de Dios un grande”.
Aunque, mucha gente exitosa llegó a conquistar reinos y cambiar la historia el propósito Dios es diferente, ya que está enfocado en el establecimiento de Su Reino, por esta razón Jesús dijo:
“Porque
muchos son llamados pocos los escogidos” Mateo
22:14
Una de las cosas que podemos considerar es la búsqueda el sentido de la vida y toda persona de alguna manera se ha propuesto alcanzar aquello que lo desafía, por esta razón Jesús advirtió. “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” Lucas 9:62.
No podemos alejarnos del propósito de Dios
Tal vez muchos puedan titubear y/o buscar excusas o perder el tiempo haciendo cosas que Dios no le mandó hacer, pero un creyente entendido sabe que esto representa el propósito para el cual vino al mundo. Al respecto Jesús en Lucas 14:26 advirtió:
“Si alguno
viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y
hermanos,
y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo”
Todo tiene un costo y un sacrificio, ya que conocer el propósito de Dios da sentido a la vida. 1° Pedro 2:21 expone: “Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos”.
Leonard
Ravenhill dijo en una oportunidad:
“Solo los que no han sido cambiados por el evangelio son los que no quieren cambiarlo”.
Por esta razón Pablo en 1° Corintios 2:2-5 dice:
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Recuerde, el propósito de Dios no implica nuestras capacidades, sino por el poder del Espíritu Santo.
Ahora, mucha gente exitosa ha llegado a conquistar reinos y cambiar la historia, sin embargo, el propósito Dios es dirigente, dado que hay una diferencia entre “llamado y el propósito” y ejemplo de esto es Esther 4:13, Mardoqueo llegó a decirle a la futura reina Esther: ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Dios ha reservado un ejército de hombres y mujeres cuya visión es alcanzar los objetivos establecidos en la visión de sus vidas, recuerde, el propósito es lo que da significado a nuestras vidas y Proverbios 19:21 lo explica de esta manera:
“Muchos
son los planes que hay en el corazón del hombre
pero solo
el propósito del señor se cumplirá en mí”
Se ha enseñado que el “tiempo de Dios es perfecto”, lo cual de cierta forma es correcto y el ejemplo es Samuel, quien a temprana edad debía ser discipulado por Elí, pero la escritura indica.
Y Samuel no había conocido aún a Jehová, ni la palabra de Jehová le había sido revelada. Jehová, pues, llamó la tercera vez a Samuel. Y él se levantó y vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Entonces entendió Elí que Jehová llamaba al joven. Y dijo Elí a Samuel: Ve y acuéstate; y si te llamare, dirás: Habla, Jehová, porque tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acosten su lugar. 1° Samuel 3:7-9
Cuantos como Samuel aún no han conocido a Jesucristo y la palabra del Señor aún no se le ha revelado. Sin embargo, el llamado es de índole personal y sobrenatural por tanto solo es cuestión de tiempo que Dios escoja el momento donde revelarse y te hablara, ahora solo debes ser como Samuel “Habla, porque tu siervo oye”.
El llamado te “marca” pero ser “escogido” te lleva a otro nivel, por esta razón un día un gran hombre de Dios llamado John Knox dijo.
“Un hombre con Dios siempre es la mayoría”
Ahora, aunque muchos dicen que el tiempo de Dios es perfecto, el sentir de sus corazones difiere de esta realidad y Proverbios 19:21 enseña algo poderoso: “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá”.
No importa lo usted pueda pensar, “el consejo de Jehová permanecerá”, ya que Dios nos llama para algo más grande que nuestras vidas “a lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo”.
Estamos llamados a tener parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo y Pablo advierte “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. Filipenses 3:14.
Es necesario seguir avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús, el llamado de Jesús sigue vigente, Mateo 4:19 dice: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”
Dios no sólo llama en el tiempo oportuno, sino que escoge la persona correcta
según su designio y aún llamarla por su nombre para algo determinado. No
obstante, hay muchos que se niegan a obedecerle, pero Dios es firme y no cambia
“Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” Romanos
11:29.
Siempre, Dios confirma su llamamiento a cada persona de diferentes maneras pues esto no depende de la persona, sino de Dios por esta razón un gran hombre de Dios como George Mueller dijo:
“Ten la seguridad de que, si caminas con Él y lo miras, y esperas ayuda de Él, Él nunca te fallará.”
El salmista escribió: “Jehová cumplirá su propósito en mí” Salmos 138:8 y Pablo en Romanos 8:28 nos recuerda nuestro propósito en Cristo Jesús.
Y sabemos
que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan
a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
El Señor Soberano, es quien llama, capacita y además, señala la tarea que debes realizar. Por esta razón, debemos estar agradecidos al Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos haya escogido, no por nuestros talentos, sino por su propósito eterno. Amen.
