Cuando los hijos Ministran la Gloria

Cuando los hijos son llamados a ministrar una gloria mayor.

Soplan los vientos de avivamiento para nuestra nación y para mundo

Estos son tiempos donde Dios hará cosas poderosas, derramando su Santo Espíritu sobre toda carne.

Venezuela un País Grande para manifestar la Gloria de Dios

Nuestro país es la única nación con una poderosa palabra “Tierra de Gracia”: Cristóbal Colon.

Adoración y Danza llenaran la Casa de Dios a través de los Jóvenes

Dios está capacitando una generación para avivar el fuego del Espíritu Santo en la Iglesia.

Estableciendo los Cimientos Apostólicos desde el Hogar

Dios estableció que su Palabra debía ser enseñada desde la niñez y nos acompañaría toda la vida.

sábado, 31 de mayo de 2025

Discipulando Online | Los llamados de la última hora Parte 1 | Ap. Francisco Costa

 











Discipulado Online.

  Los llamados de la ultima hora (1)

 Introducción

 A partir de Pentecostés, la Iglesia de Jesucristo fue propulsada hacia afuera, más allá de “Jerusalén, Judea y Samaria”, para culminar en lo “último de la tierra”. Para concretar este objetivo, es necesario “preparar discípulos”, poniendo en sus manos herramientas (capacitación) a fin de dar continuidad a la Gran Comisión.

 Durante siglos, miles han recorrido el mundo portando la antorcha del Evangelio de Jesucristo a lugares donde el oscurantismo espiritual —representado por sistemas idolátricos como el islam, el hinduismo o el budismo, o el sincretismo religioso— tiene esclavizadas a millones de personas cuyo destino final es la condenación.

 Establecer el reino de Dios demanda de gente con visión y propósito, Mateo 11:12 dice: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”.

 El Reino de Dios no funciona conforme a los estándares de este mundo, pues, como todo reino, busca establecer el gobierno de su rey, la cultura y forma de vivir de ese reino. Los evangelios testifican que “en y por medio de Jesús” se inauguró un nuevo orden que ha de ser establecido en todo el mundo.

 El Evangelio de Mateo, capítulo 20, nos introduce a una de las parábolas de Jesús donde revela aspectos de este reino y su manifestación, diciendo:

“Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?” Mateo 20:1-6

 Ahora, ¿en qué consiste el término “obreros de la undécima hora” (la última hora)?

 Jesús comienza diciendo: “Porque el Reino de los Cielos es semejante a…”. A través de esta parábola presenta principios del Reino de Dios que rigen un aspecto importante de los intereses de Dios: “la cosecha”. Para tomarla, requiere de obreros especializados (cosechadores).

 Jesús presenta elementos como “los obreros de la viña y el tiempo”, pero centra su atención en el “padre de familia y la cosecha”.

 La cosecha y los cosechadores (obreros) 

Jesús usa la figura de la cosecha para revelar aspectos del Reino de Dios. Un día, Pedro dijo: “Nosotros hemos dejado todo para seguirte. ¿Qué recibiremos a cambio?” (Mateo 19:27, NTV). A lo cual Jesús respondió: 

“Y todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre,

a hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna “Mateo 19:29

 El principio operativo del Reino de los Cielos no es el “mérito”, sino la “gracia”; no se trata de lo que sé, sino de lo que puedo hacer. El dueño de la viña contrata obreros de acuerdo con sus necesidades: los de la primera hora convinieron por un denario y, de igual manera, los de la “segunda, tercera, cuarta, quinta hora…”; y, cerca de las “horas sexta y novena”, hizo lo mismo, pagándoles lo justo.

 Lo justo no es lo mismo que lo acordado 

 Mateo 20:6-7 muestra que el dueño de la viña necesitó “contratar” más obreros y, aunque era la hora “undécima”, salió y “halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupado?”. Ellos solo contestaron: “Porque nadie nos ha contratado”.

 En el reino de Dios no hay desempleados

 Ahora, aunque era temporada de cosecha, nadie los había contratado. Sin embargo, no se “desanimaron”; fueron pacientes hasta que el dueño de la viña vino y los contrató, diciendo: “Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo”.

  Jesús dijo a sus discípulos. 

“A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. Rogad, pues,

al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. Mateo 9:37

La gran realidad: “la mies es mucha y los obreros pocos”. Aunque “contratar” más obreros implica mayor “inversión”, la cosecha tiene más valor y no espera. Jesús advierte, diciendo: “Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega” (Juan 4:35).

 La cosecha no espera: los campos están “blancos”, el grano está maduro y debe ser cosechado sin demora. Por esta razón, el dueño de la viña sale a la hora undécima y, a los que encuentra, dice: “Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo”.

 Para el dueño de la viña, la cosecha tiene más valor que lo que cuesta contratar más obreros, pues él hará todo lo necesario para cosechar el 100 % de lo sembrado.

 La siega es un tema asociado con el “reino de Dios”.

 Dios no solo es generoso con Su gracia, sino soberano al dispensarla. Por esta razón, Jesús advierte a sus discípulos, diciendo:

 Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.  Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores. 

                                                                                                                                         Juan 4:37-38

 Dios utiliza la ley de la siembra y la cosecha para dar Su bendición. Gálatas 6:7 nos recuerda que “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Entonces, debemos entender este principio, pues “sembrar y cosechar” es también una ley del mundo espiritual.

 Tu no escoges la “hora ni la obra” solo el dueño de la viña.

Los obreros de la “undécima hora” no son gente ociosa, sino aquellos que nadie ha “contratado”. Muchos fueron llamados a la “primera y segunda” horas; otros, a la tercera, cuarta, quinta y sexta horas, y otros, a la undécima hora.

¿Cuál es la importancia de los obreros de la ultima hora?

Aunque muchos acordaron por un denario o por lo justo, solo a los contratados a la hora undécima se les aplica el principio de “igualdad”: a pesar de trabajar solo una hora, llegada la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo que llamara todos los obreros para pagarles, “comenzando desde los postreros hasta los primeros”, quienes “recibieron cada uno un denario” (Mateo 20:8-9).

Unos trabajan por un denario otros por lo justo

Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. Mateo 20:10-12

Ahora, los que trabajan por un denario no pueden exigir más de lo acordado; sin embargo, a los de la hora undécima solo se les dijo: “recibiréis lo que sea justo”.

“Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?” 

Mateo 20:13-15

 Cada obrero pone precio a su trabajo, pero solo el dueño de la viña sabe cuántos obreros necesita, por lo cual acordó precio y les pagó, y a otros les dio lo que era justo. 

Es importante tomar “toda la cosecha”

La cosecha comenzó muy temprano y se extendió hasta la hora undécima, donde el dueño de la viña encontró obreros “desocupados” que no habían “sido contratados”, a los cuales dijo: “Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo”.

Jesús advirtió a sus discípulos: 

“Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque

muchos son llamados, más pocos escogidos”. Mateo 20:13-16

Esta parábola enseña que no importa cuánto tiempo trabajemos durante esta vida, sino que se cumpla la asignación pues, al final de la jornada, “todos recibirán” la misma recompensa: la vida eterna, dada a todos por igual, no basada en obras, sino en la gracia de Dios en Cristo Jesús.

Los obreros de la undécima hora.

Dios llamó en las primeras horas a hombres como Pedro, Juan y Pablo; luego, en horas subsiguientes, a hombres como John Wycliffe, John Hus, Martín Lutero, John Knox, Juan Calvino, Evans Roberts y otros en la Edad Moderna; pero “la mies es mucha y los obreros pocos”.

Hay una gran convocatoria. 

Dios no trabaja con “murmuradores”, sino con gente cuya prioridad es estar en la cosecha y, aunque nadie los haya contratado, tienen visión de reino, pues saben que aún hay mucho por cosechar, aunque sea la undécima hora.

Todo en el reino de Dios se basa en principios 

En la lógica humana, los de la primera hora debían recibir su salario antes que los demás; sin embargo, los de la hora undécima fueron los primeros no solo en recibir su paga, sino la misma cantidad que los que comenzaron a primera hora: un denario.


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jueves, 29 de mayo de 2025

Visión Celular | crecimiento y expansión | Ap. Francisco Costa | Uncion de Libertad



La visión celular de la iglesia

Tema. Crecimiento y expansión

Introducción

El cristianismo no se suscribe únicamente al "nacer de nuevo"; como todas las cosas en la vida, se requiere "aprendizaje y conocimiento", lo cual llevará al crecimiento y a tener una vida fructuosa que permita apropiarse de las promesas y bendiciones de la nueva vida en Cristo. Además, permitirá adquirir las herramientas necesarias que permitan avanzar y desarrollarse.

 En sus inicios, la iglesia primitiva se planteó un gran desafío: ¿cómo dar cuidado a los primeros creyentes que dieron su paso de fe después del sermón de Pedro? 

“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se

añadieron aquel día como tres mil personas“. Hechos 2:41

 Evidentemente no existían métodos, manuales o modelos como punto de partida; sin embargo, no se nos olvide que eran apóstoles que habían recibido un entrenamiento-discipulado directamente del discipulador por excelencia: Jesucristo. 

Discipulado que transforma

 El apóstol Pablo usa una analogía (la planta) para enseñar acerca del crecimiento y cuidado de la vida cristiana (discipulado) diciendo:

 “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.  Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor” 1° Corintios 3:6-8

 Lo que Pablo enseña es un principio natural: alguien planta una semilla, otra persona puede regarla, pero el proceso natural de crecimiento lo da Dios, quien llevará a la planta a desarrollarse hasta producir frutos. 

“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios” 1 Corintios 3:6

 Entonces, para que alguien se convierta a Cristo, hay que sembrar la "semilla", la palabra en el corazón donde sobrenaturalmente "germina" y "comienza a crecer", pero necesita ser regada diariamente (consolidación), lo cual permitirá su crecimiento (discipulado) y alcanzará la etapa de los frutos (liderazgo).

 Crecimiento y expansión

 Con la llegada del Espíritu Santo el día de Pentecostés en el aposento alto, operó algo sobrenaturalmente poderoso: "todos fueron llenos del Espíritu Santo", dando inicio así al primer "gran despertar espiritual” que llevaría al "crecimiento y expansión" de la iglesia de Jesucristo por todo el mundo.

 ¿Ahora como alcanzar este propósito?

La respuesta está en la (consolidación y el discipulado) como consecuencia directa de la labor evangelística, pues primeramente la semilla debe ser sembrada en el corazón de la persona (creyente); por tanto, Pablo advierte en 1 corintios 3:7:

“Así que ni el que planta es algo, ni el que

riega, sino Dios, que da el crecimiento” 

Así como en lo natural la planta no solo requiere cuidado, sino agua para crecer y desarrollarse, de la misma manera todo creyente requiere ser "consolidado" y "discipulado", pero no podemos obviar que el crecimiento espiritual lo da Dios.

 Así como el crecimiento es un proceso natural en las personas, de la misma manera es en lo espiritual; nadie puede quedarse sin desarrollarse. Dios nos capacitó para crecer tanto en lo "natural" como en lo "espiritual".

Dios es quien produce el crecimiento y los cambios en el corazón humano, lo cual ocurre a través de la palabra "predicada" como "modelada", y Pablo da un ejemplo de esto cuando dijo: 

“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1° Corintios 11:1

 ¿Cuál fue la visión de Jesús? “hacer discípulos en todas las naciones” y ¿Cómo alcanzar este objetivo?

 La iglesia está llamada a extender el mensaje del evangelio "hasta lo último de la tierra", pues como un organismo vivo debe crecer espiritualmente a través de aquellos instrumentos que el Señor ha delegado con un solo propósito:

“todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un

varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Efesios 4:13 

El principio del crecimiento está enfocado hacia afuera: "Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento". Alguien debe plantar la semilla (evangelistas), otros deben regar la semilla (pastores/maestros), pero el crecimiento lo da Dios.

 La iglesia primitiva entendió este principio, lo cual es evidente en el "alcance y expansión" que la llevó a movilizar a miles de creyentes quienes cruzaron las barreras culturales de su época; de hecho, el mismo Pablo dice: 

“Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese

sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno” Romanos 15:20 

Jesús no solo "formó", sino que "enseñó, entrenó y modeló" durante tres años y medio a 12 hombres, capacitándoles y equipándoles sobrenaturalmente para formar discípulos en todas las naciones de la tierra. ¿Y cómo lo hicieron? 

A través del discipulado

 El crecimiento viene de la consolidación y el discipulado, lo cual traerá "crecimiento, multiplicación y expansión" de la iglesia, pero no podemos obviar el proceso natural, ya que el principio de crecimiento en la iglesia es el entendimiento de lo que dice Jesús: 

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi

 iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Mateo 16:18

 Jesús comenzó un proceso de discipulado (12 personas); luego, en Pentecostés, la primera cosecha fue de tres mil personas que debían ser "discipulados y entrenados" para dar continuidad a la extensión de la obra misionera.

 Entonces, para llevar a cabo el discipulado bajo "los principios bíblicos", no puede estar divorciado de la visión de la iglesia, pues "reproducirse" es responsabilidad de todo creyente, por lo cual necesita formar parte de la iglesia local.

 Todo creyente debe conocer la visión celular de su iglesia

 También requiere ser entrenado aplicando los principios de la palabra sin olvidar que "Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento"1 Corintios 3:7. Amén.


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sábado, 24 de mayo de 2025

Discipulando ONLINE | Las ovejas de otro redil | Ap. Francisco Costa | Unción de Libertad




Discipulado Online.

Las ovejas del otro redil

Introducción        

Uno de los grandes flagelos de la humanidad y la sociedad moderna es la ausencia de los padres físicos, familias disfuncionales y/o falta de valores morales y espirituales que están trayendo vulnerabilidad física emocional y espiritual, a esta generación y donde las víctimas más comunes es la infancia abandonada.

 La orfandad no es algo que le ocurre a “unos” y a “otros no”.

 La “orfandad, falta de paternidad y sacerdocio” es una gran tragedia que afecta a millones de personas en el mundo lo cual conlleva no sólo la perdida de la fe sino un gran impacto “moral y espiritual” siendo necesario dar una respuesta espiritual a quienes sufren abandono y rechazo. Por tanto, requiere el “Amor de Dios” para sanar sus corazones.

 Entonces, lo que ocurre en la niñez trasciende a la vida adulta produciendo no sólo inestabilidad emocional o espiritual, sino “traumas, depresión, tristeza profunda del alma”, que lleva a muchos a buscar en el alcohol o en otras cosas, la aceptación y reconocimiento para suplir el amor de un padre, Salmos 27:10 dice “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”.

 ¿Cómo dar respuesta a estas necesidades? Jesús tiene la respuesta

 ”Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos” Mateo 9:12

 Las palabras de Jesús muestran la verdadera esencia del discipulado, ya que durante su ministerio terrenal no solo recorrió ciudades y aldeas, sino que   predicaba el evangelio del reino “sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” pero al ver la multitud que le seguía tuvo “compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:36-38 (RV60)

  También, en otra oportunidad dijo: 

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también

debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. Juan 10:16 

Jesús subrayó dos cosas importantes a sus discípulos, primero, a esta multitud la comparó como “ovejas que no tienen pastor”. Segundo, advirtió que tenía “otras ovejas que no son de este redil” las cuales “oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

 Las ovejas del otro redil

 Jesús no quiere creyentes huérfanos, sino vidas transformadas por el poder de Su palabra, de modo que, así como los padres son responsables de la crianza y el cuidado de sus hijos, los pastores son a quienes Dios ha colocado para “mostrar su amor y su gracia”.

  Jesús dijo; “no os dejaré huérfanos” Juan 14:18

Jesús preguntó a ¿Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? y el en dos oportunidades le respondió: “Sí, Señor; tú sabes que te amo” y Jesús le advirtió; “Apacienta mis corderos” y “Pastorea mis ovejas”. Juan 21:15-17

 La palabra “pastorear”, “pastor” o “pastoreo” tiene que ver con pasto, alimento y cuidado y va más va más allá de la relación oveja-pastor-oveja, como un ejemplo de la relación pastor-creyente, la cual debe estar sustentada en el amor de Dios y su Palabra, pues en un mundo donde el dinero tiene más valor que una persona, donde solo Jesucristo es la respuesta al gran problema social, familiar que trasciende a los creyentes en la iglesia.

 La importancia de tener un pastor.

 A los problemas espirituales hay que darles repuestas espirituales, la falta de “paternidad y abandono” requiere una respuesta espiritual, por tanto, la unción pastoral no solo permitirá “alimentar y cuidar” sino sanar las heridas de tanta gente que hoy sigue a un Jesús religioso que no puede dar una respuesta adeudada.

  Solo Jesús. el Hijo de Dios vio las necesidades de la multitud y tuvo “compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Mateo 9:36-38 (RV60)

 Ahora, la falta de visión y revelación ha llevado a muchos salir de la seguridad del redil y buscar en las redes sociales una alternativa a la falta de una iglesia donde congregarse, pero la realidad es que si no oyen la “voz del buen pastor” solo habrá pasto seco para comer, Jesús dijo. 

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también

debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. Juan 10:16

 Evidentemente que las redes sociales no son el ambiente natural para pastorear. Sin embargo, es el canal mediante el cual las “otras ovejas” de Jesús “escucharán su voz”, la voz del buen pastor, David   dijo: “Jehová es mi pastor, nada me faltará” Salmos 23:1

 Recuerde, sin pastor no hay “agua, pasto, ni aprisco”, ningún creyente puede ser (consolidado o discipulado) adecuadamente sino no está bajo el cuidado de su pastor natural, Jesús lo compara con una oveja perdida, una “oveja sin pastor”.

 Jesús, el perfecto modelo del amor pastoral

 David, es sinónimo del buen pastor quien cuidaba las ovejas de su padre y cuando venía un “león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras

 él, y lo hería, y lo libraba de su boca” 1° Samuel 17:34-35  

Jesús dijo: También tengo otras ovejas que no son de este redil” Juan 10:16

 Hoy existe un gran éxodo de creyentes y muchos no regreso a sus congregaciones exponiéndose a los malos pastores o “asalariados” que dentro de las redes sociales lanzas sus redes para atrapar las ovejas que están fuera del redil, pero Jesús nos advierte que él tiene “otras ovejas” las cuales va a traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

 Las ovejas del otro redil

 Estas “otras ovejas” están fuera de nuestro contexto, o en otras ciudades y países, en las redes sociales y tienen algo en común, tienen hambre, sed y necesitan aprisco, Jesús les advierte, las voy a “traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

 Jesús no quiere ovejas fuera del redil, ya que están a expensas del lobo por lo cual requiere que gente responsable salga a buscarlas, pues es necesario que puedan ser “consolidadas en la fe” lo cual “requiere” pastores con la unción y la gracia de Dios y junto a la unción del maestro edificar” a los creyentes (ovejas y corderos) que están más allá de nuestro contexto habitual.

 Ahora, Jesús no sólo dijo: “Yo soy el buen pastor”; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” sino que hay “otras ovejas” las cuales voy a “traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor” quien las llevará al aprisco, suplirá sus necesidades y sanará sus heridas.

 Entonces, ¿dónde está están estas ovejas? ¿Cómo darles una respuesta adecuada?

 El Señor a través de Jeremías 3:15 (RV60) diciendo. “y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”.

“Pastores de mi corazón” capacitados con una unción que permitirá “apacentar” con ciencia e inteligencia, ya que todo creyente está llamado   no solo a ser pastoreado, sino a crecer espiritualmente y alcanzar “la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Efesios 4:13

 Por esta razón Jesús dijo: tengo “otras ovejas”, las voy a traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.

 Dios no quiere más “orfandad y falta de paternidad” en Su iglesia; por tanto, expondrá a los “asalariados” y en su lugar nos dará “pastores según Su corazón”, gente comprometida llenos de Su gracia y amor que “apacienten con ciencia y con inteligencia” al rebaño, pues él no quiere que hayan más “ovejas que no tienen pastor”. 

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también

debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. Juan 10:16

 Como pastores entendidos debemos comprender que hay otro rebaño que Dios quiere que pastoriemos y las redes sociales son una conexión vital para alcanzarlas, ya que él ha dicho:

 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.  Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Juan 10:27-29

 Dios requiere gente comprometida con su reino   a fin de dar respuesta a esa cantidad de creyentes que sufren falta de un pastor y la seguridad de un redil y que diariamente pelean la buena batalla de la fe para no “volverse” al mundo cuyo clamor esta siendo escuchado por el pastor de los pastores, Jesucristo. 

“También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también

debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. Juan 10:16

 Juan 10:9 dice: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”, las redes sociales son un punto de conexión donde las ovejas del buen pastor escucharan su voz y   se acercaran a él y las llevara al redil de nuevo y les dará aprisco. Amén   

La visión celular de la iglesia | Ap. Francisco Costa | Unción de Libertad

 

La visión celular de la iglesia

Tema. La visión celular de la iglesia

Texto bíblico: Hechos 5:42


Introducción

La iglesia celular es un modelo dinámico implementado por la iglesia primitiva. Hechos 2:42 como respuesta a la demanda de edificar la fe de los primeros convertidos (3000 personas) donde se perseveraba en la “enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y la oración” (Hechos 2:42).

Para desarrollar el discipulado tanto en la iglesia como en las casas se requiere “plantar bases espirituales sólidas” basadas en las enseñanzas de Jesús pues allí no solo se “enseñaba” sino se “predicaba” el Evangelio.

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión

unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.

Hechos 2:42.



El primer mensaje de Pedro permitió que (3000 personas) dieran el paso de fe, y al no tener un lugar como los que hoy tenemos, las casas fueron la respuesta obvia, lo que hoy conocemos como (grupos familiares) o “células Oikos” o (células de crecimiento) que permitían la consolidación y discipulado de los creyentes.

Cuando leemos el libro de los hechos no solo podemos “entender” sino “aplicar y discernir” los principios del Reino de los Cielos que permitieron la expansión del Evangelio en un tiempo, y el impacto espiritual que esto significó.

 Recuerde algo importante.

La visión celular no pertenece a una iglesia específica, sino una visión de la iglesia de Jesucristo; son principios del Reino de los Cielos que dieron lugar a la expansión del mensaje del evangelio del reino.

Los grupos familiares, las células Oikos no son una iglesia, sino lugares idóneos para cultivar la “koinoniay elcrecimiento espiritual , además de extender la visión de cada pastor o ministerio, amplia también el conocimiento de Cristo a través la enseñanza apostólica.

              La consolidación y el discipulado.

En los grupos familiares, “células Oikos o células de crecimiento, no se imparten enseñanzas particulares o de libre elección, de hecho, son aquellas que han sido respaldadas por el pastor o el líder utilizando generalmente las enseñanzas del pastor principal de los domingos.

 Evidentemente, que el Espíritu Santo produjo un método de crecimiento en la vida de los nuevos creyentes, lo cual no se limitó a Jerusalén y los llevó a tener todas las cosas en común, Hechos 2:41 dice:

                    "Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados;

 y se añadieron aquel día como tres mil almas".

 

El Espíritu Santo fue el factor determinante en el “crecimiento y expansión” de la iglesia primitiva, evidenciando el principio de la “multiplicación” que llevó a la iglesia de 120 a 3000 personas que luego debían ser bautizadas”.

 El impacto de Pentecostés se transformó en el poder de movilización que llevó a miles desde Jerusalén, Judea, Samaria y ha de concluir en lo último de la tierra lo cual es posible gracias a las redes sociales y/o los “discipulados en línea”.                               

              Ahora, ¿Cómo era posible discípular a tanta gente?

Evidentemente que el Espíritu Santo no solo estuvo involucrado activamente para direccionar a Pedro, sino que instruyó como preparar y equipar discípulos a fin de atender a los nuevos creyentes y las casas fue la respuesta que permitió dar inicio a lo que hoy conocemos como consolidación y el discipulado.                    

La tarea de preparar y equipar a 3000 personas requerirá distribuir a los nuevos creyentes bajo la supervisión de los apóstoles, lo cual se hizo en medio del fervor del avivamiento, pero no en escuelas de discipulado, sino en las casas.                     

 El discipulado en el Nuevo Testamento.

 Ahora, ¿para qué se reunían en las casas y en el templo? El libro de los hechos enseña que había dos tipos de reuniones: en “las casasy eltemplo de Jerusalén y hoy día básicamente este modelo es un estándar que permite dar apoyo al nuevo creyente en su entorno natural con enseñanzas cuyo contenido son principios elementales de la fe.

 Todo nuevo creyente requiere el alimento espiritual.

 Cumplir con esta labor requiere un liderazgo eficiente y comprometido con la visión y misión dada por Dios a sus apóstoles y pastores siendo necesario entender que el Reino de los Cielos no se basa solo en ganar almas sino consolidarlas y discipularlos lo cual concluirá en un creyente productivo y reproductivo.

                 “Ganar, consolidar, discipular y enviar”

 Jesús, al ordenar hacer discípulos en todas las naciones, ya había enseñado los principios del discipulado a doce hombres por lo cual La Gran Comisión es el conector profético que une generación tras generación el trabajo iniciado en Jerusalén.

 La economía de Dios no se basa en dinero, sino en almas ganadas para Cristo por lo cual el modelo de grupos familiares o células Oikos o células de crecimiento permitió no solo reunir y enseñar acerca de La persona y Obra de Jesucristo, sino establecer y desarrollar la obra del Evangelio extendiendo este mensaje por todas las naciones hasta el fin de la tierra.

 Ahora, La visión de la iglesia celular no es exclusiva de una visión en particular, de hecho, es ampliamente compartida alrededor del mundo, pues es una herramienta que permite extender el alcance de la iglesia local permitiendo llevar el crecimiento espiritual a cada creyente, sea nuevo o tenga tiempo en la fe.

 La visión celular permite establecer una visión que permita llevar al creyente a un crecimiento espiritual, tanto colectivo como individual, hasta que pueda multiplicarse y ser un discípulo competente, Hechos 6:7 enseña:

Y crecía la palabra de Dios; y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe".

Un liderazgo efectivo permite realizar el trabajo de consolidación y discipulado de una manera organizada y efectiva que permitirá plantar una mentalidad redimida y transformar la cosmovisión de las personas como dice Romanos 12:2.

 La historia de Pedro y Cornelio (Hechos 10) ilustra la expansión del Evangelio más allá de los límites tradicionales, ya que recibieron al Espíritu Santo, demostrando así que la “gracia de Dios” no está limitada por la tradición o el sectarismo religioso evidenciado que había comenzado otra manifestación del Reino de Dios a través de la palabra apostólica.

               La consolidación y el discipulado. 

 Los principios del reino no son invenciones humanas, la gran comisión es un mandato del Hijo de Dios quien estableció el propósito, no solo de ganar almas sino de hacer discípulos a todas las naciones”, lo cual no tiene nada que ver con el pastor u otros miembros, sino en la conexión genuina con Cristo Jesús, ya que  la motivación para asistir a la iglesia debe ser la necesidad que tiene el creyente de Cristo.

El creyente necesita crecer espiritualmente, por lo cual requiere ser consolidado” y “discipuladoapostólicamente, hecho que le permitirá conectarse con la visión y el propósito del ministerio al que pertenece.

Cada creyente requiere definir sus actitudes, talentos y capacidades. Asimismo, debe ser discipulado, equipado, lo cual conlleva a un proceso continuo de transformación, que lo llevara a comprender la visión del Reino y por tanto, se involucra en su expansión y multiplicación”.

         Recuerde.

La autoridad apostólica está fundamentada en el llamado, la unción, los dones y la gracia divina conforme a lo establecido por Jesús en su ascensión donde impartió la unción Efesios 4:11-13 con un propósito.

 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”

 La iglesia está llamada a ser edificada sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Jesucristo la piedra angular tal como declara Efesios 2:20. Necesitamos aprender estos principios que permitieron a la iglesia primitiva impactar al mundo de su tiempo. 


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