sábado, 31 de diciembre de 2022

EL PODER DETRÁS DEL NOMBRE

Filipenses 2: 9:11 introducción A lo largo de la historia el “nombre” ha sido la cualidad por la cual todo ser humano es conocido y también todas las cosas tanto en lo espiritual como en lo físico son conocidos, un nombre individualiza cada cosa o cada ser pues representa la identidad y confiere las características de su naturaleza específica y La Biblia describe que Adán ejerció “su señorío” al dar nombre a los animales y colocarlos en relación posición y función. Todo nombre trae consigo propósito y asignación profética y las escrituras enseñan la relación existente entre (persona y nombre) y el poder que existe pues define la vida y el destino profético de una persona conforme al propósito de Dios y establece principios sobre los cuales se regirá la vida de quién lo recibe y esto lo podemos ver en la vida de Moisés cuando es enviado a faraón con un mensaje y le pregunta, ¿en nombre de quién hablare? a cuál Dios corresponde, ¡Yo soy el que soy! Éxodo 3:14 En la antigüedad el nombre mostraba las cualidades de quien procedía la autoridad del portador y La Biblia revela como Dios decidió “asignar” un Nombre a Su hijo quién lo representaría en la tierra; La palabra en hebreo para alma es “neshamá“ siendo la parte central de esta palabra las letras “shin" y “men” las cuales forman la palabra “shem” qué significa (nombre) y esto permite comprender porque el Padre decidió que el “nombre“ de Su Hijo Unigénito fuera “Jesús” que significa “Jesús salva” o “el Señor de la salvación”. Mateo 1:21 Importancia de la doctrina del nombre. En la antigüedad el pensamiento oriental consideraba que el nombre de alguien no era un mero vocablo, sino que definiría la naturaleza de la persona o cosa designada y únicamente una persona con autoridad como el padre podía conferir un nombre lo cual asignaba (posición, función y/o relación). Dentro de este contexto podemos entender que un nombre expresaba un deseo o una profecía y esto lo vemos en la vida de Jesús pues Su nombre fue dado por el “Padre” lo que permitiría ver el reflejo exacto de naturaleza del padre. Jesús es “el Nombre” más poderoso no solamente en el mundo natural sino en el mundo espiritual, ante las tinieblas deben huir y todas las cadenas deben soltarse y que a diferencia de otros nombres el suyo tiene “poder y autoridad” no solo en este siglo sino en el venidero. Un día se despojó de Su gloria para ejecutar el “plan redentor” establecido por el Padre y aunque aun siendo igual a Dios se “humillo a sí mismo” y adopto condición de siervo para cumplir el plan eterno de redención humana el cual lo llevo a morir en la cruz y cuando resucito venció el pecado y la muerte Dios le “exaltó hasta lo sumo” del griego (huperupsoo). Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. Filipenses 2:9 Hasta lo sumo es una palabra compuesta por (Hupe), “sobre” y por (Hupso), “levantar” “huperupsoo” que “que sugiere una exaltación a la posición más alta, una elevación por encima de todos los demás y el contexto contrasta la humillación y los honores con que esta se premia”. Jesús el “Hijo de Dios” no solamente es un título davídico sino un hombre divino quien vino a cumplir la asignación del Padre eterno, redimir del pecado a la humanidad y rescatar lo que se había perdido, el Reino de Dios en la tierra. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.1° Corintios 15:24-25 El Nombre de Jesús no es cualquier nombre e pues en él están escondidos uno de los profundos secretos respecto a Su obra salvífica y la revelación bíblica enseña que fue “exaltado” a la posición más alta a la cual un nombre puede alcanzar y donde “nada” está exento a Su autoridad y poder pues “representa” la culminación de “todos los nombres” que Dios usó en el Antiguo Testamento para auto revelarse a su pueblo. Jesús enseñó el significado del “Nombre de Dios”, el término “HaShem” significa literalmente “El nombre” y su raíz etimológica en sus letras se corresponde con el verbo “ser o existir” y Su poder y autoridad trascienden todos los ámbitos de la existencia humana el cual podemos definir de acuerdo a la revelación escritural. Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Filipenses 2:10 El propósito Divino es que ante él se “doble toda rodilla” de los que están en los cielos y en la tierra y debajo de la tierra y todo sujeto a Su Señorío y poder y no hay demonio ni enfermedad o alguien que no se sujete a Su reino y autoridad y no importa el poder que tenga la Biblia revela que “toda rodilla” se postrará ante él, también vemos que. Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. Filipenses 2:11ª Esta es una posición elevada de (honor y gloria) hará que el futuro habrá una “exaltación universal” de Cristo donde todas las personas, salvas y no salvas, también todos los espíritus, angélicos y demoníacos confesarán y admitirán que Jesucristo es el Señor y entonces “toda lengua confesará” y “toda rodilla se doblará” ante él reconociendo Su Señorío y Poder. La palabra nombre en (hebreo shem; griego. noma). Dentro del trasfondo del Antiguo Testamento uno de los títulos asignados a Jesús sugieren que es “mayor” que David y no solamente cómo el “Hijo de Dios” sino que la expresión “hijo del hombre” revela el título divino y Su auto designación pues representa no solamente La plenitud de la revelación, sino que hace evidente la figura del hijo del hombre. “HaShem” término hebreo qué significa literalmente “El nombre” el cual está asociado directamente con el que ¡Dios el Supremo tiene Nombre! y no es Padre, Hijo, Espíritu Santo o el Todo poderoso, etc; puesto que la revelación bíblica enseña que esos son sólo títulos descriptivos dados a Él, pero que el tiene un Nombre personal, le dijo a Moisés, ¡Yo soy el que soy! El Nuevo Testamento continúa el orden de las ideas del Antiguo Testamento respecto a la importancia del nombre, pero ahora en vez de utilizar los nombres de Dios los sustituye por el de Jesús y La escritura enseña que “no hay otro nombre” con más poder y autoridad que el de Jesús pues él tenía “conciencia” de quien era en un sentido y relación única con el Padre al punto de llamarse “Hijo de Dios” y esto hizo que los judíos religiosos y fariseos lo llegaran a perseguir pues no era correcto que se atribuyera “nombres” que pertenecían a Dios del Antiguo Testamento. El mundo lo conoce como Jesús, los judíos lo habían llamado “Jeshua” y los griegos “Iesous” y algo interesante es que ni el alfabeto griego ni en el hebreo existía la letra (J) pero lo más importante es que Dios lo coloco muy por encima de cualquier gobierno o autoridad, poder o dominio y le dio un nombre que esta sobre “todo nombre” al cual todo quedo sujeto no solo en este siglo sino en el venidero. “Para gloria de Dios Padre”. Filipenses 2:9-11 La obra de Jesús fue completa y la expresión “también” destaca que además de redimir a la raza humana venció a potestades y principados triunfando sobre ellos en la cruz y recupero lo que se había perdido por lo cual “los nombres y títulos” que hacían mención de su deidad solamente son el punto de inicio que da la representación bíblica de Su persona y obra salvífica, Daniel describe un evento trascendente que revela la victoria de Jesucristo. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Daniel 12:2 La revelación bíblica va más allá de un Nombre, Jesús, Su (poder y autoridad) sobre la vida y sobre la muerte trasciende la eternidad y La Biblia revela que es “el único mediador” entre Dios y el hombre, él es el Primero y el último, El león de la tribu de Judá, La raíz de David y El Cordero inmolado, El jinete del caballo blanco volviendo a juzgar y a salvar. Dios usó diferentes medios de “auto- revelación” progresiva que permitieron dar soluciones a necesidades específicas de su pueblo a través de “Sus nombres” y luego vemos como el Nuevo Testamento atribuye los “mismos nombres de Dios” a Jesús que describen Su identidad y misión a través de una gran variedad de títulos llenos de simbolismos del Antiguo Testamento, ejemplo Dios (Theos, Señor kurios) mas ahora La revelación bíblica enseña como Dios constituyo al “Hijo” heredero de todo. Encontramos que Títulos como “el Cristo” o el “Yo soy” presentan a Jesús como es La imagen de Dios no solo en términos de su verdadera naturaleza sino como aquel que refleja verdaderamente la naturaleza del Padre y donde muchos nombres o títulos como El cordero”, “El León de Judá”, “Dios con nosotros” o “el Cristo” un título que se significa “Mesías” o “Salvador” revelaron a Su Hijo unigénito. “…habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos”. Hebreos 1:3-4 La Biblia revela que Dios al resucitar Dios lo exaltó en el lugar más excelso de la creación el cual Adán perdió cuando peco y ahora cuando usamos Su Nombre “liberamos” el poder sobrenatural de Dios en la Tierra, ahora su autoridad y poder trasciende el tiempo y el espacio, Dios sometió al dominio de Cristo todas las cosas y las dio a la iglesia como cabeza y sujetas a este nombre. Jesús es el “Rey de reyes y señor de señores” y ahora le son sujetos (tronos, dominios, principados y potestades) y no solamente en este siglo sino también en el venidero todo está bajo “Su dominio, poder y autoridad”. Sobre todo, principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. Efesios 1:21-22 Jesús dijo a Pedro, “y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, por el nombre de Jesús la iglesia tiene el mandato de llevar el mensaje del evangelio a los gentiles la escritura habla que entonces todos los pueblos de la tierra temerán al nombre del Señor. Deuteronomio 28:10 El reino de Jesús es eterno, reinará sobre el mundo entero Su Señorío, poder y autoridad permitirán que haya una “administración adecuada” a la plenitud de los tiempos cuando establezca Su reino milenial de acuerdo a lo determinado por el Padre. La Biblia contiene toda la revelación que precede la plana manifestación de Jesús y Su reino milenial, todo fue trazado de acuerdo a un Diseño eterno que culminara cuando Jesús entregar El Reino a Su Padre eterno. Ahora La escritura revela que Dios en Su voluntad y beneplácito ha dispuesto “reunir todas las cosas” en Cristo en lo que la escritura llama “la dispensación del cumplimiento de los tiempos” esto implica que cada dispensación o edad estará presente, los tiempos culminan con Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, todo habrá sido restaurado al diseño eterno, Su Nombre estará sobre todo lo creado. “de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. Efesios 1:10 Esta será una dispensación gloriosa donde “todas las cosas” de los (cielos y tierra) serán manifestadas ante él y “todos los tiempos” dispensacionales estarán presentes para ser reunidos en Cristo Jesús pues a diferencia de otras dispensaciones esta es la “final” la cual ha sido dispuesta para dar cumplimiento a todo lo dispuesto por Dios antes de la eternidad “reunir todas las cosas” en Cristo a quien constituyo heredero de todo. Cielos nuevos tierra nueva resplandecerán bajo La Gloria y majestad de aquel que lo llena todo y a quien está sujeta toda la creación, todas las cosas ahora han sido devueltas a aquel que las creo lo cual permitirá comprender claramente como el Plan eteno y el misterio escondido por siglos habrán cumplido su propósito. Todo comenzó con Cristo dejando Su Gloria eterna y terminara Glorificado eternamente y para siempre. Gloria a Dios. El vino a morir como un cordero, pero al resucitar recibió un nombre que sobre todo nombre ante el cual toda rodilla se inclinara y toda lengua confesara que es el Señor y juez y señor en quien está la sentencia contra aquellos que rechazaron su oferta de perdón y salvación. Ahora podemos comprender la magnitud del poder detrás del nombre que es sobre todo nombre en el cual hay salvación y vida eterna, Gloria a Dios. Amen
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