Introducción
La Biblia contiene profundos secretos referentes a la creación y formación del ser humano a quien Dios dotó de características psíquicas físicas y espirituales, que lo hacen diferente a otras criaturas y quien fue colocado en el huerto de Edén para que lo labrara y lo cuidara en representación del creador, quien hizo una advertencia respecto al árbol del conocimiento del bien y el mal, “No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis” lo cual finalmente hicieron.
En ocasiones encontramos algunos textos que por su profundidad requieren la sabiduría de Dios para que se nos revelen como es el caso de lo ocurrido en el huerto de Edén entre la “mujer, la serpiente y Adán” lo cual trascendió a toda la humanidad, lo cual Dios condenó.
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Génesis 3:15-16
Ahora sin
intentar ser dogmático necesitamos discernir la verdadera naturaleza del daño
infringido a la humanidad de parte de la serpiente, y cuál es el propósito por
el cual Dios establece un antagonismo entre estas “simientes”.
Podemos hacernos una pregunta: ¿bajo qué criterio la serpiente cuestiona las palabras de Dios? y además dijo a la mujer “No moriréis” lo cual llevó a Eva a dudar y aceptar sus palabras como la fuente de la verdad y no las de Dios.
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella. Génesis 3:6
La acción deliberada de la serpiente tenía una sola intención, trastornar el plan de Dios para el hombre y enfocó su ataque en Eva, pues cualquier duda que tuviera era contestada.
¿Cuál era la
verdadera intención?
Recordemos algo, La Biblia es su propio intérprete y nos enseña que primeramente enfocó su estrategia en el fruto del árbol, el cual era “agradable a los ojos” con una sola intención, no solo que Eva lo comiera, sino que lo diera a Adán, lo cual hizo que fueran “...abiertos los ojos de ambos” y esto los llevó a considerar la terrible realidad: “y conocieron que estaban desnudos”. Génesis 3:7
Ahora dentro de este contexto “oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto” y tuvieron miedo y se escondieron de su presencia y además debieron reconocer que estaban desnudos a lo cual Dios le increpó.
¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Génesis 3:11
La “mujer que me diste” me dio del árbol y comí, ahora esto es relevante puesto que Adán era el administrador y responsable del huerto, pero responsabilizó a Eva de todo, ahora Eva tenía iluminación a través de Adán, pero Adán tenía la revelación directa de Dios y al no estar presente, Eva fue “engañada”.
Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí. Génesis 3:13
La serpiente fue astuta pues enfocó su ataque sobre Eva, pues era más vulnerable ya que Adán tenía la autoridad representativa de Dios, recuerde que ni “Eva y ni la serpiente” podían crear vida por sí mismas, por lo cual era imperativo que ambos comieran del “fruto prohibido” pues Eva tenía capacidad de reproducir “la semilla” (semen) que provendría de Adán lo cual nos permite considerar que sus palabras fueran como “semillas” que requerían ser germinadas para proveerse de “una simiente”.
¿Quién era realmente la serpiente?
La Biblia no menciona que cuando Dios creó los “seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie” haya creado una serpiente con esta cualidad de hablar, lo que sí destaca es que era “astuta” más que todos los animales del huerto.
Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Génesis 3:14
El texto bíblico sugiere que no se trataba de un “reptil” común sino un ser inteligente con capacidad de “comunicar” ideas, quien comprendió la gravedad de su acción y asumió en silencio su castigo, La Biblia sugiere que después de estas palabras la fisonomía de la serpiente cambio, lo que nos permite usar la imaginación, si ¿Dios no hubiera hecho esto qué hubiera pasado?
