Aun cuando estamos en el siglo XXI encontramos diversidad de cuestionamientos morales y espirituales que hace la sociedad y cultura moderna, contra la autoridad de La Biblia y por ende a las normas divinas establecidas por Dios.
Sin embargo, la realidad detrás de esta
aversión es el pecado. La escritura advierte que los hombres “se envanecieron en sus razonamientos, y
su necio corazón fue entenebrecido” (Romanos 1:21c)
La importancia de La palabra de Dios es
La ¡verdad que proclama!
“Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti”
Las palabras de Satanás representan solo una espuria interpretación de lo revelado en Salmos 91:11-12 ante lo cual Jesús le dijo:
“Vete, Satanás, porque escrito
está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás”
Esta escena muestra una realidad existente en un mundo alejado de Dios debido al desconocimiento de las verdades de La palabra de Dios, 1°Juan 5:19 expone esta realidad espiritual “el mundo entero está bajo el poder del maligno” y es acorde a la conducta del pecador, “dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Salmos 53:1)
Vivimos en un mundo de contradicciones pues, así como Satanás encontramos algunos moralistas o pseudo teólogos, no solo objetando la autenticidad de las escrituras sino cuestionando vehementemente sus “normas morales y espirituales” considerándolas obsoletas, pues no obedece a los estándares de la sociedad actual, Isaías 5: 20a dice:
“Hay de
los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo;
que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz”
La escritura ha sido la fuente de la cual proceden “normas, códigos morales, jurídicos y leyes” necesarios para dirigir y normar la sociedad, pues su mensaje no ha cambiado y su autoridad viene de Dios y la ¡verdad que proclama!
El mundo está bajo la influencia de
Satanás quien busca destruir la fe, pues la fe viene por el “oír de la
palabra de Dios” , por tanto es imperativo no solo conocerla sino
practicarla, lo cual permitirá “corrección e instrucción”, pues “La ley
de Jehová es perfecta, que convierte el alma” (Salmos 19:7)
Primeramente, 2° Pedro 3:5 dice que La Palabra de Dios tiene poder para “crear de la nada”, segundo, que tiene poder para” transformar” 1° Pedro 1:23, y tercero Romanos 10:17 enseña que tiene poder para “producir la fe” en el ser humano.
incorruptible, por la palabra de
Dios que vive y permanece para siempre”
. Características de La palabra de Dios.
Primeramente, es Creativa, es Eterna y tiene
poder.
Así será mi palabra que sale de mi
boca; no volverá a mí vacía, sino que hará
lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11
Cuando Dios habla algo sucede, nada ocurre por casualidad, el mismo advierte que su palabra tiene propósito y ha de ser prosperada, está comprometido con lo que sale de su boca, por esta razón dijo a Jeremías. “Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra” (Jeremías 1:12)
Muchos aducen que “La biblia” tiene errores, sin embargo la realidad escritural esta avalada no solo por su autor sino por ¡La verdad que proclama!, pues revelan la naturaleza de su autor (Dios), quien posee la verdad absoluta de La palabra de Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
“Toda la Escritura es inspirada por Dios”
El texto bíblico no se originó en la mente humana, sino que los autores bíblicos literalmente fueron “capacitados” e inspirados por el Espíritu Santo para plasmar en 66 libros toda verdad, la cual tiene su origen en Dios como el autor.
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. 2° Pedro 1:20-21
Los atributos de Dios son consistentes con su naturaleza santa y por ser Omnisciente es “inerrante” (no puede errar) y por ser su palabra perfecta es “creíble, fiable y digna de confianza” y además debe ser “creída, obedecida y predicada”.
Solo podremos entender a Dios a partir de aquello que ha revelado en la escritura, pues como autor de todo lo creado está por encima de cualquier autoridad y todo lo creado está sujeto bajo su gobierno y sometido bajo su autoridad y su palabra, la cual está respaldada por su poder y Omnisciencia, y además es “directiva y correctiva” de la conducta humana.
“Las palabras de Jehová son
palabras limpias, como plata
refinada en horno de tierra, purificada siete veces” Salmo 12:6
Su palabra es eterna, inspirada y escrita y además fuente inagotable de “sabiduría y revelación”, la cual permite no solo discernir falsas enseñanzas, sino aún responder a los ataques o engaños del diablo.
Isaías 40:8 enseña que “La palabra de Dios permanece para siempre”. Su palabra escrita es única y aunque existen un sin número de versiones espurias, estas solo buscan tergiversar las verdades espirituales y la realidad del Reino de Dios, Pablo advierte lo siguiente:
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 2° Corintios 4:6
Muchas religiones y movimientos seudo cristianos han buscado minimizar La Obra y La persona del Señor Jesucristo cuestionando muchas de sus enseñanzas como los fariseos.
La gente se asombraba de su
enseñanza, porque la impartía como quien
tenía autoridad y no como los maestros de la Ley. Marcos 1:22 (NVI)
Jesús también advirtió diciendo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18) pues él es “El Verbo encarnado”, La Biblia describe con antelación eventos extraordinarios como su nacimiento, su crucifixión y resurrección.
La creación comienza con Dios separando
la luz de las tinieblas y dijo: ¡Sea la luz y fue la luz! sin
embargo esta luz no guarda relación con la luz solar sino con Dios, Jesús dijo:
Yo soy la luz del mundo; el que me
sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12
Juan 1:5 revela una realidad espiritual: “Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla” (DHH), Jesús es el Hijo Unigénito de Dios y la escritura revela que “todo fue creado por medio de él y para él“
Ahora, algunos especularan que Jesucristo era solo un hombre, o tal vez un gran maestro, pero la escritura revela su naturaleza Divina.
“Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria”. 1° Timoteo 3:16
Jesús posee la misma autoridad intrínseca que Dios el Padre, porque es coigual con Él, de hecho un día dijo:”Yo y el Padre uno somos“, y Juan 1:14 advierte “y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre”.
Solo la palabra de Dios tiene respuesta a las grandes interrogantes del ser humano, solo en ella hallaremos respuesta al problema del pecado y su trascendencia eterna pues es “limpia, él es el escudo a los que en él esperan” (Proverbios 30:5)
Solo la palabra de Dios puede llegar a lo profundo del ser humano.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12
La palabra de Dios expone las cosas más profundas que están dentro del corazón del hombre, de hecho el mismo Señor en Jeremías 17:9, advierte lo siguiente: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? “
Nada hay oculto a La Omnisciencia de Dios, La Biblia enseña:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra”. 2° Timoteo 3:16-17 (NVI)
Jesús advirtió:
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mateo 24:35
Las escrituras son más que un compendio de libros escritos al azar, Jesús advirtió que debíamos “escudriñar las escrituras” pues son la única fuente autorizada para revelar a Dios y su preciosa voluntad, además “ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39)
Amén.