jueves, 27 de febrero de 2025

La copa de Getsemaní

 


La Biblia revela que el ser humano fue colocado en el huerto de Edén y debía labrarlo y cuidarlo, allí experimentaría una comunión directa con su creador y aprendería los secretos del reino lo cual le eran revelados de una forma directa por Dios, pero un día decidió dar crédito a las palabras de la serpiente quien dijo, “No moriréis”, lo cual acarreó desobediencia y su expulsión del Huerto de Edén. 

La Biblia enseña que desde el mismo huerto Dios hizo una solemne promesa “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” lo cual llevaría a Jesucristo a lo alto de una cruz donde daría cumplimento a todo el plan de redención del género humano.

Ahora en la postrimería de su ministerio terrenal Jesús está reunido con sus discípulos tomando la cena y como era costumbre al celebrar la Pascua, tomó la tercera copa la cual representa la copa de La redención o la bendición como el símbolo mediante el cual establecería el “Nuevo pacto” basado en su Sangre lo cual daría por concluido el “Antiguo pacto, La ley y el uso de la sangre animal”.

Después de esto salió con sus discípulos al huerto de Getsemaní a orar lo cual desencadenaría los eventos finales de su vida.

“Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.  Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.  Mateo 26:36-38

Cada uno de los evangelios describen los momentos cruciales de angustia, pues Jesús sintió el peso de nuestro pecado, el desprecio y la soledad que ningún ser humano podría experimentar lo cual anticipaba los sufrimientos que le esperaban en la cruz.

 

 ¿Ahora cuál es la importancia de Getsemaní?

La Biblia hace mención de dos jardines, el Huerto de Edén y el huerto de Getsemaní y de dos hombres, el primer Adán y el postrer Adán los cuales estaban estrechamente relacionados con el plan divino de la creación y la redención del ser humano.

El Huerto de Getsemaní estaba situado al lado del Monte de los Olivos en Jerusalén donde hubo un choque frontal entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte, la noche antes de la crucifixión de Jesús y proporciona una imagen del sufrimiento extremo que padeció para que La voluntad del Padre se cumpliese.

Getsemaní lugar de quebranto, dolor y angustia indescriptible donde Jesús fue a orar, esta experiencia formaba parte del plan de Dios para nuestra redención y ocurrieron en la noche antes de su crucifixión, los evangelios (Mateo 26:36-56; Marcos 14:32-52; Lucas 22:39-53; Juan 18:1-11) que describen los acontecimientos.

Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. Lucas 22:42-44

Alguien podría preguntar bajo qué argumentos o prerrogativas Jesús oró al Padre que le permitiera ¿no beber esa copa?, La Biblia enseña con claridad la gran batalla espiritual librada contra las tinieblas por causa de nuestras transgresiones y pecados.

 

Ahora, ¿en qué consistía la copa?

La copa, se refiere a el sufrimiento y angustia indecible que como nuestro abogado e intercesor experimentó, pues esta copa venía del Padre y debía ser tomada en su totalidad para dar cumplimiento a lo dicho por el profeta Isaías quien describió en detalle todo el sufrimiento que el Mesías debía padecer por la redención del ser humano.  

“..Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; 

y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca”. Isaías 53:7

 ¡Había llegado la hora decisiva! en Getsemaní Jesús se “describió” a sí mismo como “muy triste, hasta la muerte”, pues debía enfrentar todo el proceso judicial donde sería “imputado” legalmente por nuestras transgresiones, y el preludio de la victoria sobre el pecado y la muerte pues todo era “conforme” al Plan determinado por el Padre Eterno para el ser humano.

  “Más todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas”. Mateo 26:56

  Jesús encontró victoria en la cruz al triunfar en Getsemaní pues había llegado el tiempo   señalado por Dios en su decreto divino para ejecutar su plan soberano de redención, sobre él se concentraría toda la justicia de Dios y el alejamiento por causa del pecado que lo llevaría a experimentar la soledad. 

 Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega. Marcos 14:41-42

 La Biblia enseña que esta era “La hora” en la que Dios había permitido al reino del mal llevar a cabo su voluntad, en Getsemaní se libró la batalla espiritual que trajo como resultado nuestra redención pues en la cruz del calvario la vida de Jesús sería tomada como expiación por el rescate de muchos.

Jesucristo debía tener éxito donde el primer Adán falló; “vivir en perfección” y “sin pecado” lo cual permitiría vencer al maligno en el mismo terreno donde el hombre había perdido la batalla, pero debía pagar un precio, daría su vida en “expiación” por nuestra redención por lo cual en Getsemaní aceptaría la copa de la mano del Padre.

 

Porque, así como en Adán todos mueren, también en 

Cristo todos serán vivificados. 1° Corintios 15:22

 

La base legal de “la imputación” se encuentra en el corazón de la enseñanza bíblica sobre la salvación pues Dios es quien “imputa o acredita” la justicia perfecta de Jesucristo, el verbo “imputar” es un término legal que se usa en la Biblia con referencia a nuestro pecado, pues la desobediencia de Adán hizo a todos los hombres “transgresores” lo cual establece una posición judicial de un Dios “Justo y Santo” quien impone una sentencia a todos los hombres pues considera a todos como pecadores.

 

En Getsemaní Jesús dijo, “hágase tu voluntad” lo cual conlleva la decisión de no solo cumplir La voluntad de Dios sino satisfacer las justas demandas a su justicia santa que exigía una satisfacción plena lo cual requirió de la propiciación.

 

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por

 los nuestros, sino también por los de todo el mundo.1° Juan 2:2

 

La Biblia enseña que “la paga” del pecado es muerte y Jesús fue la provisión de Dios para nuestra salvación, la palabra “propiciación” conlleva la idea básica de “aplacar o satisfacer” concretamente para expresar “La gracia de Dios” y también la acción de “apaciguar” la ira de alguien que está ofendido y requiere ser reconciliado con él.

 Como el “Cordero de Dios” a Jesús le fue “imputado” el pecado de la raza humana y que Su Sangre ciertamente “representativa”, debía ser derramada como un sacrificio eficaz de una vez y para siempre, la cual representa “El nuevo pacto” en su sangre.

 

Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para

 que fuéramos hechos justicia de Dios en Él. 2° Corintios 5:21

 El asunto más incomprensible de aquella noche en Getsemaní fue que la angustia por la que Jesús atravesó fue permitida por su propio Padre, quien le dio una copa que debía ser “tomada completamente” lo cual lo llevó a experimentar el peso de la separación de Dios y el peso del pecado del ser humano.

 Luego de culminar su tiempo de oración despertó a sus discípulos pues había llegado la hora de las tinieblas, lo cual estaba “permitido” por Dios mismo y permitiría que ahora las leyes humanas dieran su veredicto “imputándole” como pecador y digno de morir en la cruz. 

 Lo ocurrido en Getsemaní habla de la expresión de un acto de obediencia “hágase tu voluntad”, Jesús descendió del cielo a la tierra para dar cumplimiento a todo el plan redentor de Dios conforme a todas las profecías y promesas hechas por él en el huerto del Edén, en Getsemaní experimentó lo dicho por el profeta Isaías y en la cruz del calvario sufrió en soledad el abandono humano y el desamparo divino, pero nunca abrió su boca.

 

Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y 

habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30

 ¡Consumado es! Tetelestai, la conquista de la cruz se ganó en oración en Getsemaní pues allí Jesús cumplió todo el plan redentor del ser humano, su sangre vertida en la cruz hablaba mejor que la de Abel, la expresión ¡Consumado es! anunciaba que todo está concluido de acuerdo al plan de Dios. 

 En Getsemaní Jesús dijo “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” como nuestro representante asumió la culpa por nuestros pecados y a diferencia del “primer Adán” como el “postrer Adán” decidió obedecer hasta morir en la cruz del calvario. 


Finalmente podemos ver la importancia de los eventos que ocurrieron en el huerto de Edén y el huerto de Getsemaní los cuales fueron trascendentes para la humanidad pues en uno (Edén) el primer Adán no queriendo cumplir la voluntad de Dios, dio crédito a las palabras de la serpiente lo cual acarreó su expulsión y la sanción a su transgresión fue la muerte espiritual y física la cual pasó a sus descendientes.  


En Getsemaní Jesús asumió la responsabilidad por nuestra salvación y aunque pidió al Padre que si fuera posible pasar de tomar “la copa”, su decisión fue firme; “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” y allí quedó sellado el triunfo de la cruz. Gloria a Dios.

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