Texto bíblico. Apocalipsis 21:1-8
Introducción
La Biblia es La palabra de Dios y fuente de toda revelación espiritual pues en sus páginas encontramos la descripción del diseño del Creador y esto se evidencia en la expresión: “Y vio todo lo que había hecho he aquí era bueno en gran manera” (Génesis 1:31) hasta que la trasgresión del hombre introdujo el pecado y la muerte al mundo trastornando la creación, la cual deber ser restaurada al diseño original lo cual necesariamente debe comenzar por la tierra.
El profeta Isaías reveló “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies”. (Isaías 66:1) pero un día Jesús dijo que “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lucas 21:33), ahora esta declaración del Señor nos lleva a visualizar algo sorprendente, que existirán ¡cielos nuevos y tierra Nueva! y luego el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis es testigo de un evento extraordinario.
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Apocalipsis 21:1-2
Juan describe algo solo comparado cuando “en el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1), ve un nuevo planeta tierra, pero con cielos renovados por Dios que revelan el diseño sorprendente de esta nueva creación, ahora ¿porque es necesario una tierra nueva y un nuevo cielo?
Los propósitos de Dios son inescrutables y su creación manifiesta su grandeza y poder, lo cual coincide con la declaración del Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.
Juan puede establecer un contraste entre lo viejo y lo nuevo pues esta “tierra y cielo nuevo” representan un cumplimento de lo declarado por los profetas y por Jesús, y aun lo dicho por el apóstol Pedro.
A quien dé cierto es necesario
que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de
que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo
antiguo.
Hechos 3:21
La revelación bíblica nos muestra que después de la resurrección y
ascensión del Señor Jesucristo se dio inicio a todo el programa Divino que llevará a la restauración de todas las cosas, lo cual llevará a la creación de “tierra y cielos nuevos” y con ellos el
establecimiento de un nuevo orden en la creación.
La profecía bíblica predice la restauración de todas las cosas, ahora ¿qué cosas serán restauradas y cuándo ocurrirá esta restauración? El contexto bíblico indica que aquello que ha de ser restaurado ha perdido su esencia o diseño original lo cual requiere devolverle su aspecto o función previa y una de las cosas que debe ser restaurada es la creación.
La visión de Juan revela que “las cosas viejas” ya no son representativas del diseño original de la creación pues el “viejo cielo y la vieja tierra” representan “las cosas movibles” que deben dar paso a las cosas inconmovibles del reino eterno de Dios y La Biblia revela:
La voz del cual conmovió
entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré
no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez,
indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden
las inconmovibles.
Hebreos 12:26-27
Jesús advirtió “El cielo y la tierra pasarán” (Marcos 13:31) y serán sustituidos por los cielos nuevos y la tierra nueva y ratificado por el mismo Señor quien sentado en Su trono, dirá: “¡hago nuevas todas las cosas!” (Apocalipsis 21:5).