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Nuestro país es la única nación con una poderosa palabra “Tierra de Gracia”: Cristóbal Colon.

Adoración y Danza llenaran la Casa de Dios a través de los Jóvenes

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Dios estableció que su Palabra debía ser enseñada desde la niñez y nos acompañaría toda la vida.

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domingo, 4 de agosto de 2024

El trigo y la semilla

 Introducción

  

La Biblia revela que desde el principio de la creación Dios, el Rey soberano del reino de los cielos, decidió extender su reino y creó al hombre en quien quiso verse reflejado y manifestado su reino pues es el único ser que manifiesta Su “imagen y semejanza” con el propósito de “enseñorease, multiplicarse, llenar la tierra, sojuzgarla y para señorear” sobre lo creado, y de esta manera extender su territorio y el dominio de su reino. 


La Biblia enseña que cuando el hombre pecó todo este dominio pasó a manos de Satanás por lo cual viene la sentencia sobre la simiente de la serpiente y la promesa sobre la simiente de la mujer la cual se cumpliría con Jesucristo en la cruz del calvario.


  En cierta oportunidad Jesús enseñó un principio.


Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” lo cual permite considerar que el concepto del reino es real, es invisible y está presente en todo lo creado por Dios.


Los evangelios de “Lucas Marcos y Mateo” describen dos de las enseñanzas más poderosas de Jesús, la “parábola del sembrador” y la “parábola del trigo y la cizaña” como una manera de revelar los principios del gobierno celestial del reino y la administración que Dios planificó y designó al hombre para ejercer ese mandato aquí en la tierra.


Otro de los elementos presentes en estas parábolas es la “semilla” a través de la cual Jesús enseña ciertos principios relacionados con el reino y asociados con el potencial de la semilla para producir cosechas frutos y más semillas, y dar continuidad a los ciclos de reproducción y cosechas según su especie pues Dios lo dispuso de esta manera y dar así continuidad a la acción de reproducirse y multiplicarse sobre la tierra.


Lo primero que Jesús establece: “He aquí, el sembrador salió a sembrar”


Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. Mateo 13:4-8

 

Jesús recurre a la parábola del sembrador para introducir unos principios relacionados con el reino de Dios y la influencia directa del Cielo en la tierra.



La semilla y el terreno


Ciertamente ambos son de importancia para que haya germinación y el nacimiento de una nueva planta, pero Jesús centra su enseñanza en un detalle; “parte” de la semilla “cayó” en diferentes terrenos, unas “junto al camino”, otras en “pedregales” y otras “entre espinos” lo cual indica que no fueron sembradas, sino que cayeron durante el tiempo de sembrar y no permitieron a la planta crecer y desarrollarse.


Ahora sus discípulos comprendieron que había algo que el Señor no había revelado.


Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Mateo 13:10-11


Jesús es el representante legítimo del reino de Dios en la tierra y resalta a sus discípulos que solamente a ellos y no la gente común le serán revelados estos misterios, por lo cual las parábolas transmiten términos comprensibles para los oyentes quienes conocen todo lo relativo a la siembra y cosecha. 


Ahora ¿cuán importante es esta parábola?


El plan de Dios fue de extender Su Reino celestial a través del hombre a quien dio la capacidad de “enseñorease, multiplicarse, llenar la tierra, sojuzgadla y para señorear” sobre lo creado   ante lo cual Jesús revela el significado espiritual de esta parábola.  


“…Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, 

entenderéis todas las parábolas?” Marcos 4:13


Jesús enseña que el reino de los cielos obedece a leyes eternas creadas por Dios y sujetas bajo principios divinos establecidos antes de la fundación del mundo: “He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla” lo cual establece un principio: Jamás habrá cosecha si el sembrador no siembra la semilla.

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