La visión celular de la iglesia
Tema. El alcance de la iglesia
Texto bíblico: Hechos 5:42
Introducción
El principio del
crecimiento de la iglesia está intrínsecamente ligado a la comprensión de las
palabras de Jesús en Mateo 16:18: “...y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella'."
Estamos llamados a salir y alcanzar a las personas dentro de sus contextos diarios para desarrollar así el "estilo de vida" de la "iglesia primitiva". Las "células o grupos familiares" son una de las formas que tiene la iglesia para crecer, y el libro de los Hechos es revelador del "modelo celular" que llevó al gran crecimiento de la iglesia primitiva y su alcance mundial, el cual se ha extendido hasta nuestros días.
El alcance de una iglesia no se mide solamente por cuán lejos pueda llegar, sino por el "desarrollo" espiritual y la madurez del creyente, pues una iglesia necesita ir creciendo en "la gracia y el conocimiento" del Señor Jesús.
“y cómo nada que
fuese útil he rehuido de anunciaros
y enseñaros, públicamente y por las casas”
Hechos 20:20
Las "células o grupos familiares" en las casas fueron una estrategia que el Señor reveló, la cual no solo permitió extender la presencia de la iglesia dentro del contexto de las comunidades, sino también ampliar su alcance. Hechos 2:42 muestra la aplicación del Modelo Apostólico:
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión
unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones”
Los apóstoles fueron ejemplos de firmeza de fe para los creyentes, lo cual permitió que persistieran en la "enseñanza de los apóstoles". En una oportunidad, Pablo dijo: "Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros" Filipenses 4:9.
Evidentemente, en las "células o grupos familiares" encontramos la oportunidad de plantar la visión de la iglesia y también de "consolidar y discipular" a los creyentes de una manera más "íntima" que permita la koinonia.
En Hechos 20:20 encontramos el objetivo principal de los grupos celulares o las células en los hogares: "Evangelizar, Confraternizar, Edificar" y, además, lograr su "multiplicación". Para ello, debe existir un balance entre quienes "plantan" y quienes "riegan", sin olvidarnos que es Dios quien da "el crecimiento".
En las casas tenemos la oportunidad de "enseñar la palabra". Hechos 12:24 dice: "Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba".
El hombre busca su realización personal; sin embargo, alejado de Dios jamás podrá alcanzarla, pues una de las reglas y leyes naturales en la vida es que todo lo que hagamos o dejemos de hacer tiene "causa y efecto". Gálatas 6:7 dice: "todo lo que el hombre sembrare, eso también segará".
La iglesia está llamada a alcanzar “hasta el extremo de la tierra” Hechos 1:8
Somos llamados a ser agentes de la extensión del reino de Dios, y esta premisa podemos entenderla a la luz de la palabra griega "Ekklēsia", la cual se compone de dos raíces: "EK" (para afuera) y "KLESIA" (llamados).
Entonces, el
diseño de Dios radica esencialmente en que el cuerpo llamado "Ekklēsia"
está llamado a salir para "influenciar e implantar" la
cultura y los valores del reino de Dios aquí en la tierra, con un propósito: "hacer
discípulos en todas las naciones".
Así pues, más allá de cualquier definición, el discipulado habla de "crecer como seguidores" de Jesús y, por definición, "ayudar a otros" a hacer lo mismo. Pablo dijo: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" 1 Corintios 11:1.
Podemos impactar a la gente para bien o para mal. Por esta razón, el discipulado permite "modelar" el estilo de vida en Cristo Jesús y la cultura del reino de Dios en las vidas de aquellos que forman parte de las reuniones de "discipulado y crecimiento" en las casas.
“y cómo nada que
fuese útil he rehuido de anunciaros
y enseñaros, públicamente y por las casas”
Hechos 20:20
Por tanto, no perdamos la visión: el libro de los Hechos revela el secreto que llevó a la iglesia primitiva a desarrollar un discipulado eficaz en las casas de los creyentes.