sábado, 7 de junio de 2025

La Gracia, La economía de Dios | Ap. Francisco Costa | Unción de Libertad


Título del tema.  La Gracia, La economía de Dios

 Texto bíblico.   Gálatas 3:22-27

           Introducción.

  1° Timoteo 6:10 advierte que la “raíz de todos los males es el amor al dinero…”

Lo cual ha llegado a convertirse en un “dios” que no solo compite por el corazón del hombre, sino que se usa para “tazar el valor de algo” y Jesús advirtió en Lucas 16:13 (RV60) “No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

 Ahora, en la “economía de Dios” existen otros valores y principios gobernados por La Ley de Dios y Hechos 20:35 dice que “Más bienaventurado es dar que recibir” lo cual difiere de la economía del mundo que se basa en “comprar y vender”.

                ¿Cómo definir la economía de Dios?

 No podremos entender el principio operativo en la economía de Dios sin antes comprender los “principios de La Gracia Divina” pues esta “economía” nada tiene que ver con dinero, Lucas 9:56 advierte: “Porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”.

 La economía de Dios hace referencia a algo de mayor valor que el dinero, las almas de los hombres, pues solo a través del sacrificio de Jesús en la cruz Él puede dar el justo valor al alma del hombre, Jesús preguntó ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?  Mateo 16:26

 Ezequiel 18:4 advierte diciendo: “el alma que pecare, esa morirá”.

 La muerte es consecuencia de la transgresión del ser humano en el huerto y desde entonces Dios ha revelado “Su plan” de dispensarse a sí mismo en la humanidad, y en Gálatas 3 se revelan aspectos profundos de la economía de Dios diciendo:

 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes. Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.  De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.  Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Gálatas 3:22-27

 Aquí hallamos un poderoso principio de la economía de Dios que revela como “La Escritura lo encerró todo bajo pecado” para que “la promesa” que es por la “fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes”, pero fue necesaria que La Ley fuera “nuestro ayo” para “llevarnos a Cristo” a fin de que “fuésemos justificados por la fe”.

Cuál era el propósito de estar ¿Confinados” y “encerrados?

 Primeramente, La Ley sirvió para mostrar “aquella fe que iba a ser revelada”, la cual requería que estuviera presente el “Autor y consumador de la fe”, Jesús, pues cada sacrificio realizado en la época de la ley “señalaba a Cristo” Hebreos 12:2

 Ahora, antes que llegara la fe estábamos “guardados, encerrados y bajo” la custodia de La Ley, nuestro tutor y “llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe” hasta que “viniese esa fe que iba a ser revelada”, Gálatas revela algo poderoso acerca del Verbo encarnado.

 “Y cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”. Gálatas 4:4-5

 La economía de Dios no solo previo el “tiempo”, sino que La Escritura “encerró todo bajo pecado” y coloco la Ley como un tutor, un “ayo” hasta que llegara Jesucristo quien advirtió, “no penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” Mateó 5:17

 Ahora, Jesús no abrogo la ley, sino que la ha cumplido cabalmente, ahora ¿Por qué Dios daría una ley que sería abolida? 

                                            “La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a

 Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe”

 La llegada de Jesús introdujo los principios de la “propiciación y justificación” por la fe de acuerdo al propósito anticipado de Dios, pues muchas cosas fueron mostradas a través de “tipos y sombras” hasta que viera cumplimento (anti tipo) en La persona de Jesucristo.

 La fe que “justifica” estaba operativa en el Antiguo Testamento a través del sistema de sacrificios, pero la fe en “La persona y la Obra de Cristo” no podían venir hasta el momento en que fue “específicamente revelada”, Romanos 5:1-2 dice:

 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

 La gracia de Dios es un asunto de señorío, es un “atributo de Dios” pues habla de su propia naturaleza y el ámbito donde El ejerce gobierno, Romanos 6:14: “Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia”

 Recuerde, la fe reposa en el Señor Jesús y en todo lo que hizo para nuestra redención

 Ahora, ¿Que entendemos por La justificación por fe?

 La “Justificación” es una obra de Dios, ningún pecador puede “justificarse” frente a El, pues es un asunto legal donde El “declara” al pecador justo en Cristo Jesús “basado” en “Su obra terminada en la cruz”

                  Recuerde, Dios no nos hace justos, sino que nos “declara justos”

 Recuerde, la base de la economía de Dios está basada en “los principios de Su Gracia”

 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. Gálatas 3:25-27

 Primeramente, “estar justificados” es la condición contraria a “estar condenados”, pues nadie es “justificado” por las obras de la ley sino por la “fe de Jesucristo”, sin embargo, La Gracia es el “favor inmerecido” de Dios hacia la humanidad por cuantotodos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23

                   La Ley tenía un propósito, “llevarnos” a Cristo.

 Romanos 3:20 dice que por las “obras de la ley” nadie será “justificado” pues la fe reposa en el Señor Jesús y en todo lo que hizo en la cruz para nuestra redención, pues “La salvación” es un regalo dado por “gracia” y se “recibe por fe” en Jesucristo.

            La fe es la condición de la justificación, Romanos 10:17 dice:

 La “fe viene por el oír y oír de la palabra de Dios” lo cual advierte que “creer” requiere fe, pero involucra La palabra pues esta fe no se origina en nosotros sino en Cristo el “Autor y consumador de la fe”.

 Recuerde, los principios de La gracia de Dios son de carácter eterno, por lo cual La ley fue el “tutor”, un “ayo” y donde la escritura encerró todo bajo pecado” para que “la promesa” que es por la “fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes”.

 “Todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía” Ezequiel 18:4

  Ahora esta es una realidad sin ecua no lo cual revela los principios de La gracia de Dios, pues el “Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”.

 La economía de Dios se basa en Su gracia manifestada en Jesucristo y su sacrifico en la Cruz. Amen

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