Los llamados de la ultima hora (3)
Introducción
En el Evangelio de Lucas 9:1-2 encontramos otra perspectiva de la Gran Comisión, donde el Señor, después de haber reunido a sus doce discípulos, les “autoriza” para cumplir una nueva etapa en su formación ministerial, diciendo:
“Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.
Jesús conocía su propósito en este mundo, por lo cual necesitaba que sus discípulos fueran conscientes del tiempo profético que vivían. Por ello dijo:
“La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto,
rogad al
Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. Lucas 10:2
Jesús no dijo: “La cosecha es escasa y hay muchos obreros”. No; advirtió diciendo: “La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos”. La escasez de mano de obra indica una necesidad urgente de obreros, por lo cual dijo: “rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.
Hudson Taylor (1832-1905) dijo
“La gran comisión no es una opción para ser considerada, sino un mandamiento para ser obedecido”
Jesús no solo advirtió acerca de la abundante cosecha, sino que lamentó la escasez de mano de obra, diciendo: “Los obreros son pocos” Mateo 9:37. Esta metáfora permite simbolizar la abundancia de personas “preparadas” para (escuchar, recibir y creer) el mensaje del Evangelio.
Lucas 10:1-2 presenta otra visión de la gran
comisión
“Designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”.
Jesús vio la disposición espiritual como la oportunidad de llevar a esta gente al Reino de Dios, por lo cual “designó” a “otros setenta” para enviarlos de “dos en dos” y que fueran delante de él a “toda ciudad y lugar adonde él había de ir”.
Lucas 9:2 dice: “Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”
El discipulado consta de cuatro etapas
(Ganar, consolidar, equipar y enviar) y está basado en una visión corporativa revelada en las enseñanzas de Jesús, a fin de “preparar y equipar” la nueva generación de obreros que acudirán al llamado del dueño de la mies.
El propósito de llamar más obreros es tomar el 100% de lo sembrado, pues los campos maduros están listos para la cosecha. Ahora, ¿cuál es el precio de ganar un alma?
Charles Spurgeon (1834-1892) dijo
“No hay privilegio más grande que ser un instrumento en las manos de Dios para rescatar almas del reino de satanás y llevarlas al Reino de Dios”
La Biblia revela que “unos” fueron llamados en la “primera y segunda hora”, otros a la hora “tercera del día”, otros “cerca” de las “horas sexta y novena”, y al final del día los de la “hora undécima”.
A estos los llamaremos, “los obreros de la hora once”
Ahora, no importa a qué hora el Señor de la viña haya llamado a los obreros, pues todos tienen algo en común: “fueron contratados por el dueño de la viña”.
Lucas 9:56 advierte que Jesús “no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas”.
Ante la escasez de mano de obra, Jesús ordena a sus discípulos: “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. Mateo 9:38 y Lucas 9:1-2 nos recuerda que Él dio a sus discípulos “poder y autoridad” y los envió a “predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos”.
Los obreros de “la undécima hora”, o los obreros de la “última hora” son los llamados a culminar la cosecha.
Hudson Taylor (1832-1905) dijo
“El trabajo de Dios no es un hombre trabajando para Dios, es su propio trabajo de Dios, aunque a menudo trabajado a través de las manos de los hombres”.
Mateo 22:14 nos recuerda: “Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. Los primeros fueron 12 discípulos, luego “escogió a otros 70” para enviarlos de “dos en dos”, pero al final llama a todos a cumplir la Gran Comisión. Mateo 28:19 dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones”.
Marcos 16:15-16 advierte diciendo.
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere
Y fuere bautizado, será salvo; más el que no
creyere, será condenado”
Jesús no solo advirtió diciendo; “la mies es mucha, más los obreros pocos” sino también “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” para tomar la cosecha espiritual de este tiempo.
Hudson Taylor (1832-1905) dijo:
“El trabajo de Dios hecho al modo de Dios nunca va a carecer de provisión”
La obra de Dios requiere mucha mano de obra, el evangelismo es la herramienta que permite extender el mensaje del evangelio a toda criatura.
¿Cuándo terminará el trabajo de la gran comisión?
Mateo 24:14 dice:
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.
Jesús necesita establecer la revelación el reino y todo tiene que ver con propósito, esto no ha cambiado, por eso Mateo 28:19 dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones” y este mandato está vigente hasta que se cumpla el tiempo.
“La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto,
rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies”. Lucas 10:2
Todo está preparado, el Señor de la mies llamará a los obreros de la undécima hora para que entren a completar la cosecha. Amen.