Introducción
La Biblia contiene principios y leyes establecidos por Dios desde el mismo momento de la creación pues todo lo “que se ve fue hecho de lo que no se veía” y cumple un propósito, revelar sus “diseños eternos”, los cuales son manifiestos en la esfera “natural y espiritual”, los cuales coexisten en equilibrio de acuerdo a lo establecido por el Creador.
La palabra de Dios revela como “mundo espiritual y el reino de los cielos” son determinantes en la vida del hombre quien recibió la “Ley de siembra y cosecha” y “Ley de la multiplicación” de gran utilidad le ayudarían a cumplir su asignación de mayordomía de todo lo creado.
Ahora encontramos dos leyes, la “Ley de siembra y cosecha” la cual es una ley universal establecida por Dios desde el momento de la creación y tiene aplicación para todas las áreas, tanto en la “naturaleza, en lo material y espiritual.” Génesis 1:12
La “Ley de la multiplicación” es la segunda ley que aplica a “las leyes naturales” reveladas por Dios como la “Ley de siembra y cosecha” pues ambas cumplen un propósito, pues tienen su aplicación objetiva y poderosa en uno de los milagros más sorprendentes hechos por Jesús: “la multiplicación de los panes y los peces”.
La Biblia revela que estaba por anochecer cuando Jesús vio a la gran “multitud” y “tuvo compasión de ellos” ante lo cual sus discípulos se acercaron a él dando así uno de los milagros más sorprendentes hechos por el Señor.
Cuando ya era muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada. Despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer. Respondiendo él, les dijo: Dadles vosotros de comer. Ellos le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? El les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id y vedlo. Y al saberlo, dijeron: Cinco, y dos peces. Marcos 6:35-38
Jesús tuvo compasión de esta multitud, pero en ningún momento habló de la cantidad de personas que había que alimentar, ahora para Andrés no bastaban 200 denarios para comprar el pan y no había lugar donde buscarlos ¿Qué hacer? La orden de Jesús era: “dadles vosotros de comer”.
Ahora para cumplir esta orden solo quedaba que ocurriera un milagro para multiplicar el alimento habitual: “Pan y pescado” y los cuatro evangelios hacen referencia al milagro de “multiplicar los panes y los peces” como un hecho que ocurrió en dos oportunidades.
La “multiplicación de los panes y los peces” no solo representa un evento milagroso sino una manifestación sobrenatural que desafía la comprensión humana mencionado enlos cuatro evangelios que muestran a Jesús activando lo sobrenatural ¿que tienen para dar de comer a esta multitud?
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Juan 6:8-9
Ahora “cinco panes y dos peces” no representaban la respuesta a la necesidad de alimento, pero si traerían la manifestación sobrenatural de la “provisión, abundancia y sobre abundancia” que permitiría a Jesús mostrar que no solamente tenía la capacidad de alimentar las multitudes espiritualmente, sino también físicamente por lo cual obró sobrenaturalmente sobre los “panes y peces”; ¿Qué hacer?
Él les dijo: Traédmelos acá. Entonces mandó a la gente recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Mateo 14:18-19
Jesús “tomó, bendijo y repartió” el milagro de la multiplicación se vio reflejado sobrenaturalmente cuando la “ley de la multiplicación” actuó sobre los “panes y los peces” que el muchacho puso en las manos de Jesús.
Felipe usó la lógica humana pues 200 denarios eran insuficientes y para Andrés “cinco panes y dos peces” permitirían alimentar a dos o tres, pero era una gran multitud, sin embargo, La Biblia dice que para Dios nada es imposible y nada puede ocurrir sin fe lo cual sería manifestado de una manera sobrenatural.