Juan 1:1-2
Introducción
La Biblia es el libro más conocido del mundo donde encontramos (pensamiento, Voluntad y principios eternos) de Dios codificados a través de un lenguaje metafórico lleno de símbolos proféticos donde están escondidos los más profundos secretos de Su palabra, y uno de ellos está en la palabra “Verbo” utilizado en el griego y el hebreo.
Ahora dentro del lenguaje español tenemos el verbo y el sustantivo, importantes la hora de estructurar una oración donde el verbo es parte importante de la oración para trasmitir la idea de “acción movimiento, existencia, condición o estado del sujeto” y, gramaticalmente expresa una “predicación completa”. Ahora por otro lado el sustantivo el cual muy importante porque es “de quien se habla en la oración, es decir, el sustantivo es quien ejecuta la acción” y también es usado para nombrar a “las personas, los objetos, los países”, etc.
Entonces cuando el verbo es “conjugado” correctamente permitirá dar sentido a la oración (sujeto y predicado) y también al sustantivo, lo cual permitirá dar una correcta interpretación teológica al texto bíblico en función de la versión que usemos, pues el sentido gramatical en ocasiones nos es el mismo, lo cual es importante a tomar en cuenta a la hora de estudiar un texto bíblico como Juan 1:1-2
En el
principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era
Dios. Este era en el principio con Dios. Juan 1:1-2
Primeramente, Juan nos introduce a una de las revelaciones más profundas
respecto al inicio del Antiguo y Nuevo Testamento: la palabra en “el principio”,
y presenta a Jesús como “centro”
de la metáfora gramatical
“El
Verbo”, haciendo énfasis en dos aspectos de Su naturaleza divina y eterna, en la primera como el “mismo
creador” de todo el universo y en la segunda “su posición” respecto de
Dios.
Los términos utilizados por Juan nos llevan a comprender el sentido de la oración sustantiva que hace del verbo “ser” donde el predicado “Theos” es nominativo al igual que el sujeto “Logos” para definir que Dios es el “origen” y el “principio y el fin de las cosas creadas” y Jesucristo la razón y el propósito para toda Su creación”.
“Porque en Él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en los cielos
y las que hay
en la tierra, visibles e invisibles…”. Colonenses 1: 16a
El termino hebreo “reshith” (Strong’s 7225) y el griego “arkhe”
(Strong’s746) hacen referencia a “un
principio absoluto” de la creación y para Juan,
Jesús es causa y origen de todo cuanto existe y en Él son reveladas dos realidades indivisibles, una que no solo es el “Verbo
de Dios eterno” y otra donde también es “El primogénito de toda creación”. (Juan 1:1; Juan 1:14; Colosenses 1:15)
Jesús cumple con estos principios, pues
como el Verbo “refleja” la mente de Dios y también “revela” lo que es Dios al hombre y el texto griego
lo revela así. “El Logos era
Dios!, ¡El Verbo era Dios!
¡Jesucristo era el Verbo! ¡Él era Dios!”.
La introducción del evangelio de Juan nos lleva al “principio” de todas las cosas creadas, y donde para los escritores Testamentarios Jesucristo
es el “Principio” por antonomasia
del griego (arkhé) en Colosenses 1:18 Apocalipsis 1:8 y Apocalipsis 3:14.
Jesús era el “Verbo y Dios” y donde
“Dios” es el “atributo” del sujeto y “el
Verbo” y por ende Jesucristo era Dios y Juan utiliza la preposición griega “πρὸς” (Strong’s G314)
que se traduce como “Con” para conectar el verbo “era” y la palabra “Dios”
donde palabra “era” funge como indicativo de (preexistencia) y establece la
relación “era con” y la
palabra (pros) “Con” hacia, ante, cara a cara”
indica que en el principio Jesús estaba “con” y “ante” Dios cara a
cara con Él y no puede ser traducida
“con o junto a”
Antes de
presentar a Jesús como el “Verbo” , Juan “inspirado” por el
Espíritu retoma el uso del término “Verbo” del vocabulario del Antiguo
Testamento y también el griego “lógos” (λόγος Strong’s
G3056), “palabra, verbo
proclamación, declaración o mandato”.
Para los
griegos (λόγος) “lógos” era un término filosófico el cual “conllevaba” a “una
unidad coherente que llena y ordena el universo mientras para los judíos (el
Logos) era más que una palabra que sale de la boca de Dios, es “el Poder de
Dios manifestado”.
Jesús es el
Verbo eternamente preexistente en términos como Su eternidad:
“En
el principio...” tenía comunión con el Padre “era con Dios”; también
por Su divinidad: “el Verbo era Dios"” y “Creador
de todas las cosas” (Salmos 33:6).
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de
toda creación. Colosenses 1:15
La Biblia revela dos cualidades de Jesús,
“Unigénito y Primogénito”.
La verdad escritural revela que Jesús como el “Verbo” ¡era”, ya existía en el
principio no “llegó a ser” y aunque las palabras “Unigénito y Primogénito” contienen
la misma raíz “génito” no están relacionadas entre sí, “Primogénito” es
(prototokos) pero “Unigénito” es (monogenes).
El término “primogénito”
no significa “primer nacido” sino el “más
importante” y viene del
griego “prototokos o protótokos” el “primogénito de una madre” lo cual
no contradice en lo dicho por Juan pues si Cristo fuera parte de la
creación indicaría que el seria “auto-creado”
contradiciendo así la verdad escritural.
Ahora “monogenes” (unignito)
es la combinación de “monos” (único) y “genos” (descendiente o nacido)
señala que Jesucristo es “El Hijo Unigénito de Dios”, “ser el único en su tipo o género” mas no haciendo alusión a su nacimiento sino a (su
posición) en sentido de “preminencia y dignidad”, compartiendo la misma
naturaleza “Espíritu eterno del Padre” para que en “todo tenga preeminencia”.
El apóstol Pablo utilizó la palabra “prototocos” “primogénito de la creación” y no “protoktistos”” “el
primero creado” de la creación, lo cual
determina que Jesucristo es antes de, “sustenta” todas las cosas con el
poder de su Palabra y es “primogénito” de Dios en sentido
cualitativo de “preeminencia”.
La griega “proteuo” (Strong’s 4409), ser
primero (protos), ser preeminente por “posición”, habla de
“su derecho de primogenitura, de heredero, sentido de rango” y no solamente es El Verbo sino el Ser más preciado en el Universo para que en “todo
tenga la preeminencia”.
Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es
el principio, el primogénito
de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia. Colosenses 1:18
Jesús es el principio y el fin, el alfa y el omega, el “resplandor” de Su
gloria y la expresión exacta de su naturaleza eterna y sostiene todas las cosas
por la palabra de su poder. (Colosenses
1:18; Colosenses 2:9) y la (gran verdad escritural).
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo
que ha sido hecho, fue hecho.
Juan 1:3
La palabra “Hechas” en griego
Strong’s G1096 (ginomai) surgir, convertirse en, llegar a ser, en griego “ha
sido hecho” está conjugado en “tiempo
perfecto”, indicando el resultado de “una
acción ocurrida en el pasado” y en la cual el Verbo, Jesús intervino.
Jesús es (verbo y sustantivo) pues si no hubiese (pre existido) en Gloria junto al
Padre el no diera testimonio de Su Deidad pues cuando dijo sea la luz, la ¡luz!
fue dando inicio a la creación y La Biblia dice que es “El Verbo” Unigénito de Dios y “La Luz de los
hombres” y la más completa
expresión de todo lo que es Dios. Juan 14:9
Finalmente, Juan nos introduce a una verdad no concebida por
nadie en ese tiempo “El Verbo” se hizo carne y “Habito” el cual sería la
expresión “Dios con nosotros”.
Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y
de verdad. Juan 1:14
La palabra
“habito” es
(skenóo) Strong’s G4637 literalmente significa “extender su tabernáculo” y Juan seña… la que “el verbo” se “encarno” viniendo al mundo para vivir un tabernáculo hecho carne, ya no era una tienda sino el
cuerpo mismo de Jesús por lo que las Escrituras lo llaman “Emanuel” que significa Dios con nosotros.
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el
Verbo era Dios. Este era en el principio con
Dios. Juan 1:1
El “Verbo” es el primer nombre que recibe Jesús en
el Evangelio de Juan y representa “el mensaje” total de
todo lo que Dios quiere comunicar al ser humano (evangelio) y revela la gran verdad teológica el “era”
el Verbo preexistente, existía en el principio antes que nada
existiera y “La fuente” de la existencia de todas las cosas.
Para Juan Jesús
es “verbo y sustantivo” pues como
nombre propio es un sustantivo y como persona es el Verbo de Vid es la luz del
mundo, El espíritu de la profecía sin el cual las
escrituras no tendrían sentido. 1° Juan 5.9
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras
manos tocantes al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la
hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con
el Padre, y se nos manifestó). 1° Juan 1:1-2
Jesucristo es el nombre más conocido del mundo y es tanto
una palabra y un sustantivo y junto al título “Cristo” forma parte del nombre personal “Jesucristo”
como un sinónimo de Jesús de Nazaret, “Hijo unigénito de Dios” de quien La Biblia revela que “desde el principio” en el comienzo Génesis 1:1 y Juan 1:1 cuando lo único que existía
era Dios.
Jesús es más que una metáfora, es más
que un nombre o un sustantivo él es el centro de nuestra fe, es el Verbo
encarnado quien da sentido a las escrituras y al mensaje del evangelio,
Jesús el nombre sobre todo nombre Él es Verbo no sustantivo sino la forma
gramatical más perfecta de representar el “verbo ser” , el verbo que expresa el amor de Dios.
Ahora; para ti quién es Jesús,
“Verbo o sustantivo”